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El Papa Francisco celebró el Jueves Santo en una prisión de Italia con el tradicional lavado de pies

El papa Francisco acudió a la cárcel de Civitavecchia, para lavar los pies a doce presos, como hizo Jesús con los apóstoles en la Última Cena. / EFE
Para este 2022, según información del director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, fueron invitadas dos mujeres de Ucrania y Rusia para que carguen la cruz en una de las estaciones que conmemoran el sufrimiento y la muerte de Jesús, desde su condena hasta su sepultura.

El Papa Francisco celebró el Jueves Santo desde una prisión italiana con el tradicional ritual de lavado de pies a una docena de reclusos, la información fue brindada por el Vaticano. El sumo pontífice de 85 años, se desplazó a la cárcel de Civitavecchia, a unos 80 kilómetros al noroeste de Roma, para celebrar la ceremonia, que se llevó a cabo sin la presencia de la prensa.

«El Papa Francisco repitió el gesto de Jesús durante su Última Cena, cuando el Señor lavó los pies a sus discípulos como signo de amor y de servicio e impulsado por las vejaciones, el Papa realizó el mismo gesto con 12 detenidos, hombres y mujeres, entre ellos personas de diferentes edades y de diferente nacionalidad», precisó en un comunicado la Santa Sede.

Francisco retomó así uno de los ritos que comenzó durante su pontificado, hace nueve años.

Marcados por la pandemia en los dos últimos años, el pontífice tuvo que renunciar al lavado y besado de los pies a detenidos y conmemoró el calvario y la muerte de Jesús en la cruz dentro de los muros del Vaticano, sin las multitudes de fieles que solían asistir a esos actos.

Este año, los problemas de salud del pontífice argentino, que sufre de fuertes dolores en la rodilla y tiene vistosas dificultades para caminar, han marcado las ceremonias.

Las largas ceremonias de la Semana Santa representan un problema debido a la inflamación que padece desde enero en la rodilla, por lo que se levanta en contadas ocasiones, usa con más frecuencia el papamóvil y necesita apoyarse en un asistente.

El pasado Domingo de Ramos, ante multitudes de fieles, Francisco estuvo casi todo el tiempo sentado, no pudo andar en procesión, llegó en un coche negro al altar y estuvo siempre acompañado por un ayudante.

Francisco presidio el viernes en el Coliseo Romano, símbolo del martirio de los cristianos, el Viacrucis nocturno.
Para este 2022, según información del director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, fueron invitadas dos mujeres de Ucrania y Rusia para que carguen la cruz en una de las estaciones que conmemoran el sufrimiento y la muerte de Jesús, desde su condena hasta su sepultura.

Esta iniciativa se realiza por la paz y la reconciliación que ha generado polémica entre la comunidad ucraniana debido a la guerra actual entre los dos países.

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