La directora del Centro de Promoción de la Mujer “Gregoria Apaza”, Carla Gutiérrez, mediante un diagnóstico dio a conocer que ahora con mayor frecuencia los feminicidios se están dando en la etapa de los noviazgos. El hombre agresor al sentir que pierde su poder sobre la vida y el cuerpo de la mujer deriva en la consumación del crimen.
“Lo que más violenta al agresor es la pérdida de poder sobre algo que considera de su propiedad, que es lo que regularmente hacen los agresores. Cuando ya no pueden hablar ni chantajear, usan la fuerza física como única forma de ejercer dominio, y si aun así la otra no se deja, recurren a agredirla y posteriormente matarla”, asevero la activista.
Detalló que los feminicidios son la forma más extrema de violencia que deviene de un proceso “y actualmente los feminicidios que se están dando en el país se sitúan en la pareja y lo llamativo que se está dando ahora es en los noviazgos”.
“Hablar de las causas del feminicidio tiene que ver evidentemente con el ejercicio de poder. Como todas las relaciones de los seres humanos estamos ligados por relaciones de poder de negociación de poder y administración del poder”, manifestó.
Para Gutiérrez esa cultura está arraigada muy fuerte en La Paz “y a veces nos traiciona hablar del ‘chacha-warmi’ que es la dualidad del hombre y la mujer y pensamos que por eso la mujer está condicionada a un hombre y esperamos protección, cuidado y que nos mantenga porque así nos han educado”.
“El hombre puede mandar, disponer, mantener. Esas actitudes ahora son bastante complicadas, porque se está viendo que estas muchachas que han sido víctimas de femicidio, muchas ya eran mujeres independientes, trabajaban”, añadió.
Otro de los factores de casos de feminicidio es el de la “normalización de la violencia”.
Gutiérrez señalo que el feminicida no es un enfermo, sino el resultado de una construcción social. “Ahora hay casos en que el feminicida puede ser un psicópata, como el caso de Richard Choque que tienen otras alteraciones, pero habitualmente, los casos de feminicidas no son por enfermos, son delincuentes, asesinos”.
La activista señaló que para entender el fenómeno del feminicidio hay que observarlo con una “mirada integral” y como “política estructural” que brinde mayor información.
Indicó que le Ley 348, es una ley bien hecha “que es perfectible” y que el problema radica en los recursos.
El Estado tiene una “gran responsabilidad”, pero al mismo tiempo parte de la educación de la sociedad, “es ver también como estamos educando, como los padres educan a sus hijos desde donde están y esto no tiene que ver con que desde el Gobierno se dicte un día a la prevención de la violencia en los colegios, esto tiene que ser constante partiendo también de la voluntad política”, afirmó Gutiérrez.
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