El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski solicitó este miércoles a Noruega que suministre más energía puesto que este país en su opinión es capaz de proveer energía a Europa también aprovechó para pedir armas y más sanciones a Kiev porque “Rusia está enviando nuevas fuerzas para destruir a los ucranianos”, dijo en un discurso dirigido a los parlamentarios y ciudadanos noruegos.
Tras una intervención, el parlamento noruego Zelenski pidió concretamente armas antibuques, misiles y sistemas de defensa aérea e instó a hacer más para detener la guerra.
«Lo primero y más importante son las armas», señaló remarcando que los ucranianos están perdiendo personas, ciudades, según datos de la agencia de noticias ucraniana Unian.
«Todas las armas con las que puedan ayudarnos se utilizarán sólo para proteger nuestra libertad», expresó.
Zelenski apuntó a las sanciones económicas como la única forma de que Rusia acepte la paz, un concepto que a su juicio, ningún país entiende mejor que Noruega, donde cada año se otorga y entrega el Nobel de la Paz.
De esa manera, pidió a las empresas europeas que no contribuyan a sostener la maquinaria de guerra rusa e instó a que los puertos europeos estén bloqueados para los barcos rusos debido al «peligro» que constituyen las minas rusas para los barcos en la región del mar Negro.
Según el mandatario, los rusos han minado el mar y ahora estas minas están a la deriva, consideró que es un peligro para cualquier persona y cualquier barco y puerto de cualquier país en la región del mar Negro.
Manifestó que «no quiere imaginar» qué pasaría si alguna de las minas no pudieran ser retiradas a tiempo, y quienes resultarían más afectados serían los transbordadores o transatlánticos de pasajeros o barcos mercantes.
Uno de los objetivos para detener el conflicto, según Zelenski, sería reducir la dependencia de Europa del gas y el petróleo ruso, debido a que Noruega es el segundo suministrador de gas de la Unión Europea (UE), después de Rusia, y proporciona entre el 20 y el 25 %.
Las autoridades noruegas impulsan en los últimos meses ajustes para garantizar que no habrá una caída de la producción y para aumentar ligeramente la exportación, pero admitieron que están al límite de su capacidad.
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