La Corte Internacional de Derechos Humanos (CIDH) citó al Estado boliviano para que compareciera esta mañana en el caso Angulo Losada vs. Bolivia por vulnerar el derecho de acceso a la justicia frente a la violencia sexual que sufrió Brisa De Angulo Losada hace 20 años.
«Han sido 20 años de horrores, dolor e incontables lágrimas. Estoy aquí porque fui devastada por la violencia sexual, pero fui destruida aún más fuerte por las acciones del Gobierno”, expresó De Angulo Losada.
De Angulo Losada alegó que el Ministerio Público no llevó a cabo una investigación, responsable en cumplimiento a lo establecido en la norma en este caso de violencia, no se realizó debidamente el proceso penal con base en la prueba disponible y habría sido víctima de discriminación por razón de género y edad.
«Estoy aquí porque quiero que esta Corte siente estándares legales y de diligencia debida en la región, para confrontar la cultura de impunidad y actuar de forma proactiva en la prevención, curación y justicia. Represento a miles de niños que están sufriendo, que nunca conocerán sus nombres o verán sus caras. No estoy pidiendo que se castigue a Bolivia, no estoy buscando que se avergüence a Bolivia, ni siquiera estoy pidiendo dinero para mí. No quiero un centavo de Bolivia, estoy pidiendo un cambio para asegurar que los niños sean protegidos de la violencia sexual, y que tengan acceso a la curación y justicia», sostuvo la mañana de hoy la litigante en la audiencia pública de la CIDH.
De Angulo Losada añadió que, durante el trámite del proceso penal, fue sometida a exámenes físicos innecesarios, un examen forense abusivo y vejatorio de su intimidad, practicado por profesionales de salud sin experiencia ni capacitación en la atención de víctimas menores de edad.
La defensa del Gobierno, representada por la Procuraduría General del Estado, aseguró en la audiencia que no pone en duda la existencia de la agresión sexual; sin embargo, la denunciante refutó esa aseveración con los documentos que presentó el Estado boliviano a la Corte donde se cuestionaba la existencia de la agresión sexual y se insinuaba que ella era “una persona de vida libre”.
Brisa fue violada y torturada repetidamente por un familiar adulto en el año 2002 en Cochabamba. “Cuando buscó justicia y el apoyo del Estado, el sistema judicial no sólo le falló, sino que también violó sus derechos humanos de acceso a la justicia y una reparación integral, cimentando la cultura de la impunidad”, dice parte de un comunicado de la Fundación Una Brisa de Esperanza, fundada por la joven.
La Corte levantó la sesión declarando un receso en la audiencia y fijó su reinstalación para mañana a las 10:00 horas.
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