Se trata de la primera reunión de alto nivel realizada entre representantes del Gobierno venezolano y de la Casa Blanca en mucho tiempo. La razón de este giro de la administración de Joe Biden es que Estados Unidos necesita volver a comprar petróleo venezolano debido a la guerra en Ucrania.
Fue un encuentro inesperado, ya que Venezuela es el principal aliado de Rusia en América Latina. Actualmente, no existen relaciones diplomáticas entre Caracas y Washington.
Desde 2019, Washington reconoció a Guaidó como Presidente encargado de Venezuela. En abril de ese año, se impuso una batería de sanciones que impiden a Venezuela negociar su crudo en el mercado estadounidense, lo cual fue un “duro golpe” para Caracas, pues representaba el 96 por ciento de los ingresos de ese país.
«El propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía, seguridad energética», declaró la portavoz del Gobierno de Biden, Jen Psaki.
Asimismo, Maduro confirmó la noche del lunes precedente la reunión, la cual calificó de «respetuosa, cordial y diplomática» sin entrar en detalle de los temas abordados, según reporte del portal informativo RFI.
«Me pareció muy importante poder, cara a cara, conversar temas de máximo interés de Venezuela… Ratifico, como le dije a la delegación, toda nuestra voluntad desde la diplomacia, desde el respeto, y desde la máxima esperanza del mundo mejor, nosotros poder avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz a los pueblos de nuestro hemisferio, de nuestra región», manifestó el mandatario venezolano.
Según el New York Times, el objetivo de esta reunión es el supuesto interés de Washington en reemplazar parte del petróleo que le compra actualmente a Rusia con el que dejó de comprarle a Venezuela.
De esa manera, la Casa Blanca confirmó que el tema de la energía estuvo sobre la mesa y más concretamente la seguridad energética.
Las eventuales sanciones al crudo ruso podrían beneficiar entonces al producto venezolano.
La semana anterior, Maduro declaró que puede suministrar gas y petróleo a Estados Unidos y que Venezuela tiene la capacidad de aumentar la producción del millón de barriles diarios a tres millones en «poco tiempo».
Finalizó afirmando también, estar abierto a inversionistas de todo el mundo para producirlo y comprarlo, vengan de donde vengan.
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