El Bayern de Múnich vuelve a ser sacudido por un escándalo racista. Dos años después de destituir a un entrenador de sus categorías inferiores por el mismo motivo, esta vez, tal y como desvela el diario alemán Bild, fue un utilero del campeón alemán el que acabó en la calle tras digerirse de manera xenófoba a dos miembros de la primera plantilla, cuya directiva no dudó en tomar las decisiones apropiadas.
Siempre según dicho medio, los afectados serían el delantero Eric Maxim Choupo-Moting y el extremo Serge Gnabry. El utilero, que se cruzó con las dos estrellas cuando paseaba junto a su hija por la ciudad deportiva, le habría dicho a la niña: “Nunca me traigas a casa a dos como éstos”. Varios empleados del club lo escucharon y denunciaron ante la junta directiva del club, que reaccionó despidiéndole de forma inmediata.
“Como club cosmopolita y abierto, el FC Bayern defiende la tolerancia y está en contra de la exclusión y la discriminación en cualquiera de sus formas“, dijo el presidente Herbert Hainer en 2020 después de presentar la iniciativa del club “Rojos contra el racismo” tras la muerte en Estados Unidos de George Floyd, un ciudadano negro matado por un policía y cuyo fallecimiento originó una serie de manifestaciones por todo el mundo.
