Fue el Presidente estadounidense, Joe Biden, quien pidió la jornada precedente a sus ciudadanos, abandonar Ucrania inmediatamente por la amenaza de una invasión del Ejército de Rusia, el cual inició maniobras militares conjuntas en la vecina Bielorrusia pese a los esfuerzos diplomáticos europeos.
La autoridad estadounidense descartó nuevamente el envío de soldados a Ucrania, ni siquiera para evacuar a sus ciudadanos en caso de invasión. Biden consideró que eso sería una guerra mundial. Cuando los estadounidenses y los rusos empiezen a dispararse, será un mundo muy diferente.
«Los ciudadanos estadounidenses deberían marcharse ahora (…) Las cosas podrían acelerarse rápidamente», manifestó Biden durante una entrevista con NBC News alertando del poderío del Ejército ruso, con más de 100 mil soldados desplegados en las fronteras con Ucrania, según reporte del portal El Mundo.
Dicha entrevista fue emitida después del inicio de unas importantes maniobras conjuntas de los ejércitos ruso y bielorruso a las puertas de Ucrania que enturbiaron las incipientes señales de esperanza tras semanas de intensos esfuerzos diplomáticos en Europa.
Estos ejercicios, concentrados especialmente en la región bielorrusa de Brest, limítrofe con Ucrania, implican el despliegue de misiles y armamento pesado y, según Estados Unidos, de 30 mil soldados rusos adicionales.
Asimismo, desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aseguraron que el despliegue de misiles, armamento pesado y soldados armados en ese país ubicado justo al Norte de Ucrania era «un momento peligroso para la seguridad en Europa», que vive los momentos de mayor tensión desde la Guerra Fría.
De esa manera, el Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Moscú de ejercer una «presión psicológica» sobre la antigua república soviética, ahora inclinada hacia Occidente.
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