Bolivia pasó de ser un país de estadía temporal para los migrantes venezolanos a uno de destino, por diversos factores, informó este lunes la representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM-Bolivia), Yara Morales.
Al menos 4.9 millones de venezolanos transitan por la región de Sudamérica por la grave crisis humanitaria que vive su país, que no puede garantizar salud, servicios básicos y seguridad para sus conciudadanos.
“En los últimos años, y debido a la ola de protestas emergentes en los países de la región, sumado a la crisis sanitaria y las restricciones de movilidad humana derivadas de la pandemia del coronavirus, Bolivia pasó de ser un país de tránsito (para los venezolanos) a convertirse en un país de destino para esta población”, señaló la representante en el webinar de “Derechos Humanos y Migración Informada y Segura” organizado por la Fundación Levántate Mujer.
Los miles de venezolanos que llegan al país tienen como principal punto de ingreso a Desaguadero. Viajan por tierra pasando por Colombia, Ecuador y Perú antes de llegar a Bolivia y lo hacen en grupos familiares, a menudo con menores, señala la OIM, según reportó ANF.
Una vez en Bolivia, los migrantes venezolanos se dirigen principalmente a los departamentos de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, por las oportunidades de empleo.
Muchos, víctimas de persecución en su país, solicitan refugio en Bolivia, pero chocan con la política migratoria del Gobierno del Presidente Luis Arce que desde el inicio de gestión no ha concedido ni una solicitud de refugio para alguien de nacionalidad venezolana, como se revela en el reportaje “Vivir con discapacidad, perseguir la salud, esperar el refugio”.
La postura negativa coincide con la que existió durante los 13 años de Gobierno de Evo Morales. En sus tres mandatos, tampoco se aprobó petición alguna de solicitante que haya procedido de Venezuela.
Los migrantes venezolanos que tienen como destino Chile, se dirigen a Pisiga donde cruzan la frontera utilizando pasos no autorizados, a menudo guiados por traficantes de personas.
La OIM explicó que la población venezolana “se encuentra en situación de vulnerabilidad, enfrentando grandes dificultades para acceder a alimentos , insumos básicos, atención médica y educación y para encontrar oportunidades de empleo decente”.
Según el Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP) del año 2021, hay alrededor de 13.400 migrantes venezolanos en Bolivia; 68 por ciento de esta población se encuentra en situación irregular.
Esta situación irregular “las hace más propensas a encontrarse en situaciones de explotación y abuso, como la trata de personas. Asimismo, es una barrera para el acceso a derechos como la salud y educación y para lograr su inclusión socioeconómica, que trae consigo un beneficio para los migrantes y para el desarrollo sostenible de los países en los que se encuentran”.
/RXVCH/