Las calles de Santiago fueron cubiertas por una muchedumbre el domingo precedente, al confirmarse el triunfo del joven izquierdista Gabriel Boric en el balotaje en Chile, contabilizado el 92% de los votos, obtenía el 55,18% de los sufragios, más de 11 puntos sobre el candidato ultraderechista José Antonio Kast.
Boric, de 35 años, se convertirá en el Presidente más joven en la historia de Chile cuando asuma el poder el 11 de marzo de 2022, en reemplazo del conservador Sebastián Piñera.
«Acabo de hablar con @gabrielboric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el Presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero», escribió Kast, el abogado de 55 años, mediante su cuenta en Twitter.
Nacido en la austral ciudad de Punta Arenas, a unos 3.000 km al Sur de Santiago, Boric se impuso a la propuesta de orden y continuidad neoliberal que proponía su contendiente Kast, con un programa que promete avanzar hacia un Estado de bienestar, según reporte de DW.
Asimismo, postuló a la Presidencia por la coalición Apruebo Dignidad, que reúne al Frente Amplio, del cual forma parte, y el Partido Comunista. En esta segunda vuelta, solicitó el apoyo de todos los partidos del centro izquierda.
Sin ninguna intención de liderar una candidatura presidencial hasta el año anterior, por considerarse «sin experiencia», en mayo se impuso sorpresivamente en las primarias de la izquierda a Daniel Jadue, candidato del Partido Comunista y alcalde del barrio de Recoleta, en el Norte de Santiago.
«Somos nuevas generaciones que entran a la política con las manos limpias, el corazón caliente, pero con la cabeza fría», afirmó Boric luego de emitir su voto el domingo precedente en Punta Arenas, su ciudad natal.
Finalmente, sus propuestas fueron contrarias de la de Kast, rechazo al aborto y al matrimonio igualitario y buscaba mantener los pilares del sistema impuesto neoliberal determinado por la dictadura de Augusto Pinochet, de 1973 a 1990.
Boric aseguró que tiene la intención asegurar una serie de derechos sociales que financiará con un reforma fiscal que busca recaudar un cinco por ciento adicional del Producto Interno Bruto (PIB), durante su Gobierno.
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