El director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco respondió la jornada anterior mediante Twitter la publicación del Presidente del Estado Luis Arce, sobre la búsqueda de justicia para las víctimas de los hechos de 2019, indicando que la búsqueda de justicia no puede tener un color político.
La respuesta surgió luego que el Presidente abordara los hechos en Bolivia durante los días de octubre y noviembre de 2019 y a través de tuits afirmó que las familias de los fallecidos en Bolivia esperaban la justicia por las muertes generadas.
“Presidente Arce: celebro su voluntad de que haya justicia por las masacres, torturas y detenciones durante el gobierno de Añez. Pero también debe haberla para quienes sufrieron violencia durante el gobierno de Morales. La búsqueda de justicia no debe tener color político”, escribió Vivanco.
Anteriormente, Arce publicó que tiene un compromiso con el pueblo boliviano para que se haga justicia por los 38 fallecidos en 2019.
“Nuestro compromiso con el pueblo boliviano es que se haga justicia por las 38 vidas perdidas, por los cientos de heridos, detenidos, por los perseguidos, asilados y exiliados; por las graves violaciones a los derechos humanos que se ejecutaron durante un gobierno de facto”, publicó el Jefe de Estado.
El mandatario aprovechó la oportunidad de participación en la sesión 76 de la Asamblea General de Naciones Unidas para manifestar el supuesto golpe de Estado que se suscitó en Bolivia en 2019, también señaló al actual Secretario General de la OEA, Luis Almagro como uno de los artífices que depuso del poder a Evo Morales, lo mismo que pasó con el representante de la Unión Europea (UE) en Bolivia, dijo la máxima autoridad de Bolivia.
En las recientes semanas, Vivanco expresó preocupación sobre diferentes temas que conciernen a Bolivia.
El 3 de septiembre calificó de «disparate» el anuncio del dirigente masista, Aldo Michel por ampliar el caso del supuesto golpe de Estado contra el vicepresidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), Franco Albarracín, e hijo de Waldo Albarracín; y utilizó el mismo calificativo para referirse a los cargos levantados contra la expresidente Añez por «genocidio», al afirmar que tal situación «dificulta» una justicia imparcial para las víctimas.
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