Una ley de Texas, Estados Unidos, que prohíbe el aborto después de la sexta semana de gestación entró en vigencia este miércoles, luego que la Corte Suprema y una corte federal de apelaciones no se pronunciaron ante una solicitud de emergencia para frenarla.
La falta de intervención judicial significa que la ley, que es una de las más estrictas del Estado estadounidense, prohíbe el aborto antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott firmó el 19 de mayo de este año el proyecto de ley, que prohíben el aborto una vez que se puede detectar un latido fetal, lo cual suele darse alrededor de la sexta semana de embarazo.
El llamado “Proyecto de ley del latido del corazón” no hace excepciones para la violación o el incesto y convierte a Texas en uno de los Estados del país de EE.UU. donde abortar será más difícil.
La Corte Suprema aún puede aceptar el reclamo de organizaciones de defensa de los derechos civiles y otros grupos, entre ellos la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y Planned Parenthood, el Centro de Derechos Reproductivos, reportó el diario español ABC.
“Aproximadamente, entre el 85 y el 90 por ciento de las personas que se someten a un aborto en Texas tiene al menos seis semanas de embarazo, lo que significa que esta ley prohibiría casi todos los abortos en el Estado”, protestó la ACLU.
Por su parte, algunas clínicas de aborto en Texas, motivadas por las condiciones de ejecución de esta ley, ya rechazaban pacientes en el límite del plazo establecido, incluso antes de que la nueva ley entrara en vigencia.
Será el primer caso sobre aborto considerado por el máximo tribunal de la nación desde que el expresidente republicano Donald Trump consolidó una mayoría conservadora en el panel de nueve miembros.
/GFS/