La exministra de Comunicación, Roxana Lizárraga afirmó que Arturo Murillo tuvo una relación de a “besos y hablándole bonito” con la exmandataria Jeanine Añez, lo que influyó a que oficialice su candidatura a la Presidencia en las elecciones del pasado año.
Lizárraga manifestó que, a semanas de su posesión, Murillo se convirtió en una persona “déspota”, quería “dominar en todos los ministerios”.
“Con Jeanine (Añez) era pues una persona de a besos y hablándole bonito; hablándole que ella corría peligro, que su vida estaba en peligro y que la iba a proteger (…) y bueno no sé qué historias más para que él pueda pues hacer los negociados que ahora estamos conociendo”, aseveró en contacto con la red Erbol.
Según la exministra, durante la presidencia de Añez, el Ministerio de Gobierno era una de las carteras de Estado muy “peleadas”, indicando que el diputado de la opositora Unidad Demócrata (UD), Tomás Monasterio también se encontraba “en la lista” de los aspirantes.
Sin embargo, quien “se movió más” y consiguió “más padrinos” de la política boliviana de oposición que estaban dentro y fuera del país, fue Murillo.
POSTULACIÓN DE AÑEZ
La exministra de Comunicación reconoció que hubo errores en el Gobierno de transición y uno de ellos fue que Añez se postulara a la Presidencia, indicando que el único compromiso que tenía era encaminar unas nuevas elecciones tras las denuncias del fraude electoral que al final fueron anuladas.
Asimismo, sostuvo que las personas que influyeron para que la entonces mandataria se postule a la Presidencia fueron Arturo Murillo y además Samuel Doria Medina, quien sería su acompañante como Vicepresidente.
“(Jeanine Añez) no era una de las senadoras más reconocidas en Bolivia, entonces, se tenía que hacer un trabajo y ese trabajo que salió del Ministerio de Comunicación con todos mis colaboradores la utilizaron para promocionar más su candidatura”, subrayó.
En varias entrevistas y declaraciones de la misma Añez y de su excolaboradores se aseguraba que no iba a ser candidata y que sus únicas misiones con las que ingresó al Gobierno fueron pacificar al país.
“No faltan los amarra guatos en cada gobierno y en cada posición política y los hay en los de derecha y en los de izquierda, que al final ellos no sé si existen personas de derecha izquierda, pero de lo que sí estoy segura, que existen personas que se aprovechan del pueblo boliviano y que estos son políticos tradicionales los cuales ya tienen que irse a descansar”, concluyó.
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