La farmacéutica Johnson & Johnson negó la licencia voluntaria para la producción de vacunas contra el Covid-19 al Gobierno boliviano, por lo tanto, el Estado optará por la solicitud de licencia obligatoria, anunció este martes el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco.
La autoridad remarcó que Bolivia no está pidiendo el “ok” de Johnson & Johnson, porque la empresa canadiense Biolys ya solicitó que voluntariamente la farmacéutica pueda transferir la patente e incluso le ofreció una compensación que consideró “justa”.
“Johnson & Johnson negó (la solicitud), por eso es que terminó la posibilidad de tener una licencia voluntaria que también está en el marco de la OMC (Organización Mundial del Comercio) y procedemos a la segunda alternativa que es la licencia obligatoria, no necesitamos el visto bueno de Johnson & Johnson, es un tema que se trabaja a nivel de Gobiernos de países”, señaló este martes durante una entrevista en Red Uno.
El viceministro expresó que Estados Unidos no debe interferir ni objetar en la emisión de la licencia obligatoria.
“En la OMC negociamos los Estados, no empresas y precisamente se llama ‘obligatoria’ porque se obliga a la dueña de la patente a otorgar su fórmula y se le quita el derecho a iniciar cualquier reclamo por una cantidad de vacunas determinadas, por un tiempo determinado y para un país determinado”, señaló Blanco.
Acuerdo con Biolys
El 11 de mayo, el Gobierno boliviano firmó un acuerdo con la empresa canadiense Biolyse, para una eventual producción de las vacunas Johnson & Johnson sin la necesidad de contar con la patente respectiva.
El objetivo era la producción de 15 millones de vacunas durante un lapso de dos años exclusivamente para Bolivia, el trámite se realiza ante la OMC.
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