En China se pone en duda la libertad de prensa por la condena a la periodista Bao Choy, quien investigó una base de datos pública a los presuntos autores de un ataque contra activistas prodemocracia perpetrado por partidarios del Gobierno de ese país.
Choy de 37 años trabajaba en la radio RTHK y fue sentenciada por un tribunal por hacer «una declaración falsa deliberadamente», para acceder a los registros de matrículas de automóviles, reportó Infobae.
«La población no tiene derecho a obtener cualquier documento bajo esta legislación», manifestó la jueza, Ivy Chui.
La periodista recibió una condena de seis meses en prisión y una multa de 5.000 dólares hongkoneses, equivalente a 640 dólares estadounidenses.
Trabajadores de distintas áreas de la radio en la que trabajó Choy y miembros del Sindicato de Trabajadores de RTHK, protestaron con pancartas frente al tribunal. «El periodismo no es un delito”, se leía en uno de los letreros.
«Aunque haya sido declarada culpable, sigo creyendo que el periodismo no es un delito y que buscar en un archivo no es un crimen», aseveró la periodista a sus colegas.
La investigación en esta base de datos fue realizada el año pasado buscando elementos para un documental de RTHK, «Who Owns The Truth?» (¿Quién posee la verdad? En español).
El documental de la emisora trata sobre un ataque sucedido en julio de 2019 contra manifestantes prodemocracia por parte de hombres armados con bates de béisbol. Ante la situación, la policía tardó en intervenir y justificarse.
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