En uno de los sitios, que en su momento, fue el centro de atención nacional y principal referente de la ciudad de Oruro, se halló una “joya” hace pocos días invaluable por su riqueza histórica y realización, nos referimos al plano elaborado por Juan de la Cruz Cano y Olmedilla entre 1771 y 1775, ordenado por el Rey Carlos III.
Esa “joya” denominada “Mapa Geográfico de América Meridional”, fue encontrada en ambientes de la exTerminal de Buses “Hernando Siles”, por el miembro de la Sociedad de Historia de Oruro, Miguel Salas.
No se sabe su origen o cómo llegó allí, sin embargo, para Salas tenía referencia del plano en 1999 cuando se encontraba en el lobby del Hotel Terminal.
“Este plano es bello en su confección, tiene la particularidad de ser raro y solo existen 12 ejemplares en el mundo conservados en los museos de España, sin embargo, apareció un décimo tercer ejemplar que se encuentra en la ciudad de Oruro”, indicó.
El mapa fue conocido durante la investigación que Miguel Salas hizo por mucho tiempo del Escudo de Oruro. Es así que mediante otras personas le indicaron que había un plano antiguo en ese entonces, la Terminal de Buses.
“Efectivamente en la administración había un mapa suspendido en la pared y cuando era estudiante en la universidad, me presté una silla y comencé a ver con una lupa el mapa y tomar fotografías con mi cámara Zenit y reunir información. Pensé que era un mapa curioso, hasta que hace unos días vi en un portal de internet al cual estoy suscrito, que el mapa Olmedilla, estaba abierto a una subasta en Europa”, dijo.
Ese hecho causó revuelo, ya que una persona quiera vender un mapa Olmedilla, porque no existen, sin embargo, fue por esa motivación que decidió buscar ese mapa en la ciudad de Oruro.
El hallazgo que enriquece la historia de Oruro
La semana que terminó, se encargó de buscar el plano junto a la nueva Administración de la exterminal, y se logró dar con el mapa, estaba en un depósito abandonado y lleno de polvo.
Asimismo, se comprobó su originalidad por estar elaborado en fibra vegetal de lino o algodón, la celulosa tiene las características del tiempo, es amarillento; la tinta es visible, mientras que el tamaño del plano concuerda con la información de los planos establecidos y publicados en la Internet.
El mapa es de los pretéritos tiempos en que la Alta Tierra de los Urus pertenecía a España, tiene la dicha de ser una “joya” en la geografía, por su elaboración, es tan genuino y con información tan cabal, que hasta daría pensar que en esa época se utilizó un Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) para hacerlo.
Los nombres de las distintas ciudades, poblados, audiencias, reinos y otros, están en el lugar que hoy en día los conocemos en un mapa moderno de Sudamérica. Las letras son diminutas, pero legibles. Asimismo, existen dos submapas en el mismo plano, una de la costa del Callo y otra de La Angostura.
Un poco de historia del mapa de 1775
“Carlos III mandó a elaborar el plano más perfecto y se logró ese objetivo. Lamentablemente el plano revelaba información estratégica como puertos, ciudades, fortalezas que podían haber sido utilizadas por los enemigos de España, principalmente Portugal, Inglaterra y Holanda, y al ver tenido pendientes problemas con Portugal por el Tratado de Tordesillas, se analizó que el plano era peligroso para los intereses de España”, contó Salas.
El Tratado de Tordesillas, suscrito en 1494 entre los reinos de España y Portugal, consistía en la división del Océano Atlántico, por medio de una raya trazada de polo a polo, 370 leguas al Oeste de las Islas de Cabo Verde, quedando el hemisferio oriental para Portugal y el hemisferio occidental para la corona española.
Paradójicamente, Carlos III que ordenó su elaboración también lo hizo con su destrucción, con la eliminación de las placas de bronce y la quema de todos los ejemplares que se hicieron. Solo sobrevivieron 12, sin embargo, lo extraño del caso que un décimo tercer plano apareció en la ciudad de Oruro.
Por ello, Salas consideró que es necesario que el mapa de Olmedilla, se eleve en el grado de Patrimonio de Oruro, mediante una Ordenanza Municipal, con motivo del 10 de Febrero próximo.
“Es una joya única en su grandeza, en su elaboración. Estos planos están bien conservados en los museos de España y los orureños deberíamos sentirnos orgullosos y sumar este ejemplar a su historia. Por ello, el Concejo Municipal, debe elaborar para este 10 de Febrero y ser refrendado por el alcalde, David Choque, este mapa de Carlos III como Patrimonio de los orureños, indicó.
Otra instancia, dijo, debe encargarse de declarar ante el Comité Mowlac Unesco, ente que recupera las joyas documentales del mundo, como un documento patrimonial ante la Unesco.
Las características con saber a “añejo”
El mapa está enmarcado en vidrio, lo que permitió su conservación en alta calidad. El autor en el mapa, también enriqueció con blasones considerados como hermosos por su diseño. Entre los escudos que se observa está el de Castilla, León, Reino de España, Charcas, Nuestra Señora de La Paz, Quito, Santiago de Lima, Buenos Aires.
Asimismo, se hace un homenaje a Cristóbal Colón en una columna gráfica donde se dibujó un busto, con el título de: “A Castilla y León, nuevo mundo dio Colón”. El mapa también está adornado con frutas como la papaya, la chirimoya, la granada.
Salas reiteró que el mapa no debe estar olvidado, ya que sería un pecado; al contrario debería recuperarse y ser parte del Museo Histórico de Oruro, ubicado en la calle Murguía y Presidente Montes para enriquecer la historia local, así como ser declarado como Patrimonio de Oruro al estar en perfectas condiciones.
Parte de la inscripción que tiene el mapa
“Como son diversos los troncos o líneas que usamos para las longitudes, según se explicará después, se advierte que la diferencia de Meridianos entre Madrid y Toledo se establece conforme a la que adopta el Mapa de Postas de España, publicado en el año 1760, la cual es de 6 mundos, y con ello se pone a Toledo al Occidente de Madrid, conviniendo, poco más o menos, con la de otro Mapa del Arzobispado de Toledo que dio a luz J.F. Leonardo del año 1681, donde se extiende dicha diferencia a 9 minutos y en la misma posición occidental de aquella Ciudad respecto de la Villa de Madrid”.
