Tras seis días de la explosión en el puerto de Beirut del Líbano que acabó con la vida de más de 160 personas y dejó un saldo mayor a 6.000 heridos, el primer ministro del Líbano, Hassan Diab, ha anunciado la renuncia del Gobierno, luego de las criticas y las protestas por el mal manejo de material explosivo.
«Hoy anuncio la renuncia de este Gobierno. Que Dios proteja al Líbano», declaró Diab en el marco de un discurso trasmitido por televisión.
«Damos un paso atrás para estar con la gente, para combatir con ella por el cambio. Por eso, anuncio hoy la renuncia de este Gobierno», dijo Diab en un mensaje a la nación en el que habló de la lucha contra los corruptos y la necesidad de tener un Ejecutivo de salvación nacional.
Asimismo, Diab afirmó que la explosión en el puerto de Beirut, se produjo como consecuencia de la «corrupción endémica».
Los políticos «deben sentirse avergonzados de sí mismos porque su corrupción es lo que llevó a este desastre, que había sido escondido durante 7 años», reiteró, añadiendo que apoya las peticiones de que las personas responsables de «este crimen» sean llevadas a juicio.
Este fin de semana, se registraron protestas masivas por los alrededores del Parlamento y la Plaza de los Mártires, en Beirut por la mala gestión de los materiales explosivos.
Los manifestantes asaltaron varios ministerios, lanzaron piedras y bloquearon una calle cerca del Parlamento. En el área se registró un incendio, mientras los activistas trataron de irrumpir en la zona. La Policía usó gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.