El ministro de defensa, Luis Fernando López, se trasladó hasta Pisiga, frontera con el país vecino Chile, y ratificó la decisión de impedir el ingreso de los más de 150 ciudadanos bolivianos al país, admitiendo que no existen las condiciones necesarias para albergar y poner en la cuarentena correspondiente a los residentes.
Desde el sábado en la noche, varios compatriotas quedaron detenidos en la frontera Pisiga- Colchane de Chile, debido a las disposiciones de la cuarentena total y el estado de emergencia sanitaria que prohíbe el ingreso y salida de todo ciudadano, además de los viajes interdepartamentales, entre otras medidas, para evitar la propagación del Covid-19 en el país.
La mañana de este lunes, López aseguró que no se cuentan con las medidas necesarias para poner a los ciudadanos en cuarentena y también se desconfía de que puedan seguir el aislamiento en sus domicilios, por lo cual pondrían en riesgo a los 11 millones de bolivianos que cumplen la disposición.
Según informó el diario EL DEBER, el ejecutivo luego de ratificar la decisión de impedir el ingreso de los ciudadanos, anunció que se blindara el país cerrando las fronteras.
“Vamos a cuidar la vida de la gran mayoría de todos los bolivianos, ese es el deber que en estos momentos me encomienda la presidenta Áñez; mantener su palabra emitida en el decreto que emitió la semana pasada», indicó López.
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