La llegada de tecnologías como la inteligencia artificial y el uso masivo de redes sociales ha transformado la campaña electoral actual en Bolivia.
Según un estudio de Bolivia Verifica, entre mayo y julio se identificó una operación coordinada de desinformación que gastó cerca de Bs 200,000 en anuncios pagados en Facebook. Estos anuncios estaban dirigidos a atacar a los candidatos Samuel Doria Medina, de la Alianza Unidad, y Jorge Tuto Quiroga, de la Alianza Libre, quienes son los líderes en intención de voto.
Desinformación en redes sociales
Las páginas Click News y Bolivia News son algunas de las principales fuentes de noticias falsas. Estas páginas atribuyen contenido manipulado a medios internacionales como CNN, BBC o Univisión, lo que simula una autenticidad que engaña a los usuarios. La investigación también reveló la circulación de videos y audios generados con inteligencia artificial, que suplantan identidades o hacen que los candidatos digan frases que nunca pronunciaron.
Hugo Miranda, oficial de Economía Digital de la Fundación Internet Bolivia, advirtió: “Le hacen decir a un candidato algo que no ha dicho y están utilizando imágenes de medios extranjeros para dar credibilidad a estos contenidos”. Miranda aseguró que estas son campañas deliberadas, diseñadas para influir en el comportamiento del electorado.
Impacto en el electorado
Rodolfo Huallpa, experto en Tecnologías de la Información y Comunicación, coincidió en que estas tácticas pueden afectar directamente las decisiones de los votantes, especialmente entre aquellos que aún están indecisos. “Se altera la realidad, se distorsiona el debate y se recurre a la guerra sucia para manipular preferencias”, advirtió.
El especialista en redes sociales, Marcelo Durán, añadió que esta forma de polarización digital puede endurecer las posturas y dificultar futuros acuerdos políticos. “Este tipo de campaña no permite flexibilidad, y al final, todos deberán sentarse a negociar en la Asamblea”, comentó.
Encuestas y contenido manipulado
Bolivia Verifica contabilizó más de 25 encuestas falsas solo en este semestre, además de múltiples piezas de contenido manipulado. Entre ellas, se encuentra un video que supuestamente muestra el respaldo de Javier Milei a un candidato boliviano, otro con felicitaciones ficticias de Nayib Bukele, y un audio en el que un postulante admite haber recibido medio millón para alterar resultados.
Las plataformas Facebook, TikTok y WhatsApp son canales clave para la difusión de estas piezas, muchas veces sin control ni eliminación oportuna. Ante esta situación, los expertos subrayan la necesidad de una política de Estado que identifique y sancione a quienes financian estas campañas.
Demandas de investigación
Desde las alianzas afectadas, Unidad y Libre, se ha exigido una investigación inmediata sobre el financiamiento detrás de la operación de desinformación. Roberto Moscoso, vocero de Unidad, afirmó: “Está claro que alguien que está bajando en las encuestas está desesperado. Hay una guerra sucia abierta contra nosotros”.
Branko Marinkovic, jefe de campaña de Libre, coincidió en la urgencia de rastrear el origen del dinero. “No basta con saber quién pagó el anuncio; hay que saber quién financia a la institución que lo ejecuta”, afirmó.
Alerta a la ciudadanía
Ambos bloques han llamado a la ciudadanía a mantenerse alerta ante el creciente uso de contenidos falsos en redes sociales. Además, solicitaron al Tribunal Supremo Electoral una intervención más firme frente a estos hechos.