La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) ha trasladado un promedio de 1.500 toneladas de relleno, compuesto por desechos metalúrgicos, al Cerro Rico de Potosí. Este esfuerzo tiene como objetivo mitigar 145 hundimientos en la zona, según lo informado por el presidente ejecutivo Reynaldo Pardo. Este trabajo cuenta con el apoyo logístico de los operadores mineros cooperativistas y forma parte de un plan de emergencia que se inició en 2022 para asegurar el sostenimiento geológico del macizo rocoso.
Pardo explicó que “nuestro promedio actual llega a 1.500 toneladas por día para mitigar las incidencias geológicas. El trabajo es permanente, no para y vamos a seguir adelante hasta resolver la totalidad de las incidencias”. Durante su visita a la cúspide del cerro, pudo constatar cómo la oficina regional de la Comibol, con el apoyo de profesionales en geología y topografía minera, despliega este plan.
Mitigación de hundimientos
Para abordar 55 hundimientos que se han detectado sobre la cota 4.400, la Comibol, con el apoyo logístico de la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin), ha trasladado hasta ahora casi 500.000 toneladas de desechos metalúrgicos hacia la cúspide del Cerro Rico. Este cerro fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1987 y es reconocido como uno de los yacimientos mineros más importantes del mundo.


Colaboración de cooperativas mineras
Pardo destacó la decisión de las cooperativas mineras de unir esfuerzos para cesar operaciones sobre la cota 4.400 y establecer controles sobre el tráfico de minerales, especialmente durante las horas nocturnas. Este esfuerzo tiene como objetivo garantizar el sostenimiento geológico del Cerro Rico ante los desafíos que presenta su explotación minera.
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