Los mandatarios progresistas de Chile, España, Brasil, Colombia y Uruguay se reunirán el lunes en la capital chilena para llevar a cabo una cumbre en “defensa de la democracia”. Este encuentro se realiza en un contexto geopolítico complicado, con un aumento de la derecha y a pocas semanas de la implementación de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, recibirá en La Moneda a los líderes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; de Uruguay, Yamandú Orsi; y al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
El propósito de esta reunión, denominada “Democracia siempre”, es avanzar en un posicionamiento común que defienda el multilateralismo, la democracia y la cooperación global fundamentada en la justicia social. Esta información fue proporcionada por la Presidencia chilena en un comunicado emitido el sábado.
Propuestas para la ONU
Las propuestas que surjan de la cumbre serán presentadas en otra reunión que se llevará a cabo durante el 80° período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, programada para septiembre de 2025 en Nueva York, Estados Unidos.
Después de la reunión en La Moneda, los líderes progresistas compartirán un almuerzo con intelectuales destacados, como el economista estadounidense y Premio Nobel Joseph Stiglitz, la filósofa estadounidense Susan Neiman y el economista surcoreano Ha-Joon Chang, quien se especializa en estrategias de desarrollo.
Encuentro con la sociedad civil
Posteriormente, los mandatarios tendrán un encuentro con representantes de más de 300 organizaciones de la sociedad civil chilena.
Contexto de la reunión
El origen de esta cumbre se remonta al año pasado, cuando Lula y Sánchez lideraron un encuentro contra los extremismos en el marco de la 79° Asamblea General de la ONU, a la que también asistió Boric.
Desde entonces, la situación se ha vuelto más compleja. Ellos identifican un fortalecimiento de la “ultraderecha y los autoritarismos” en muchos países, además de una guerra comercial global iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Impacto de los aranceles
La cumbre se lleva a cabo a menos de dos semanas de la entrada en vigor, el 1 de agosto, de los nuevos aranceles anunciados por Trump, que afectarán a la Unión Europea, Brasil y las importaciones de cobre. Esto tiene un impacto directo en Chile, que es el principal proveedor de este metal a Estados Unidos.
Gilberto Aranda, académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, comentó que estamos ante un “escenario de desglobalización y desorden global”. Afirmó que es crucial que los defensores de las democracias plurales se reúnan y debatan sobre la importancia de no avasallar a las minorías. Según él, los cordones sanitarios no han funcionado y es necesario abrir el diálogo.
Autocrítica del progresismo
Paulina Astroza, académica de la Universidad de Concepción, considera que esta cumbre puede ser una buena oportunidad para que el progresismo realice una autocrítica, se defina y reflexione sobre qué significa ser progresista en el mundo actual.
Astroza agregó que el progresismo debe ser coherente entre su discurso y sus acciones, algo que no siempre ha logrado. También es importante analizar por qué muchas personas que antes optaban por opciones de izquierda y centro-izquierda están abandonando esas posturas.
Críticas de la derecha chilena
La derecha chilena ha criticado el momento en que se celebra la cumbre, argumentando que Chile está en medio de negociaciones con Estados Unidos sobre los aranceles al cobre. Acusan a Boric de no mantener una postura “neutral” en este contexto geopolítico complejo.
Aranda subrayó que es probable que la Administración estadounidense observe de cerca este encuentro, como hizo con la reunión de los Brics en Brasil a principios de mes. Sin embargo, enfatizó que las herramientas de presión de Trump y su chantaje político no deberían llevar a la inacción de quienes creen que la democracia plural y abierta es un estilo de vida.