El conflicto entre Brasil y EE.UU. se intensificó este sábado 19 de julio de 2025, después de que el Gobierno de Donald Trump impusiera sanciones a magistrados del Supremo brasileño. En medio de esta situación, el expresidente Jair Bolsonaro se encuentra recluido en su domicilio, cumpliendo con una orden judicial.
Bolsonaro, quien es el líder de la derecha en Brasil, está siendo procesado por supuestos actos de golpismo por parte de la Corte Suprema. Desde este sábado, cumple con las medidas cautelares impuestas por el tribunal, que fueron dictadas el viernes. Estas medidas incluyen el uso de una tobillera electrónica, la obligación de permanecer en casa durante la noche y los fines de semana, y la prohibición de usar redes sociales, entre otras restricciones.
Las sanciones a los jueces del Supremo se anunciaron la noche del viernes, cuando el secretario de Estado, Marco Rubio, comunicó la revocación de los visados del juez Alexandre de Moraes, quien es el relator del proceso por golpismo. Esta revocación también afecta a su familia y a sus “aliados”, en lo que se describe como una “caza de brujas” contra Bolsonaro.
Además, Trump ha amenazado con aplicar aranceles del 50 % a Brasil a partir del 1 de agosto, si no se pone fin al proceso penal en contra del líder de la derecha brasileña.
Reacción de Lula da Silva
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, respondió a las sanciones impuestas a los miembros del Supremo con una fuerte declaración oficial. En su mensaje, protestó por lo que calificó como “otra medida arbitraria” del Gobierno de Trump.
Lula afirmó que “ningún tipo de intimidación o amenaza, de quien quiera que sea, comprometerá la más importante misión de los poderes e instituciones nacionales, que es actuar permanentemente en la defensa y la preservación del Estado Democrático de Derecho”.
El presidente brasileño también destacó que “la interferencia de un país en el sistema de Justicia de otro es inaceptable y hiere los principios básicos del respeto y la soberanía entre las naciones”. Esta declaración se produce en el contexto de la creciente tensión entre Lula y Trump, que ha estado en aumento desde que el presidente estadounidense amenazó con los aranceles.

Actividad de Eduardo Bolsonaro
Con su padre ausente en las redes sociales, Eduardo Bolsonaro, su hijo, continúa su activa presencia en las plataformas digitales, donde describe su actividad como una “batalla” por “la libertad y la democracia”.
Desde EE.UU., donde ha estado desde marzo, Eduardo afirma que está “luchando por justicia” para su padre y se muestra orgulloso de haber influido en la escalada de sanciones contra Brasil.
Este sábado, enfatizó el carácter político de la amenaza arancelaria y aseguró que “Trump ha percibido que existe una élite financiera que da soporte al régimen brasileño”, lo que, según él, llevó a la imposición del arancel del 50 %.
Eduardo también celebró la suspensión de los visados de los magistrados y agradeció a Marco Rubio, sugiriendo que “viene mucho más” y que el próximo paso podría ser la ley Magnitsky, que establece sanciones para quienes violan derechos humanos en cualquier parte del mundo.

Solidaridad internacional para Bolsonaro
Filipe Barros, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, anunció que ha denunciado la “persecución” contra Bolsonaro ante organismos internacionales y ha solicitado la “solidaridad” de la derecha mundial.
Barros aseguró que ha “accionado” a la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA) y a varios partidos, entre los que mencionó al español Vox y al portugués Chega, quienes ya han expresado su apoyo al líder de la derecha brasileña.
Santiago Abascal, presidente de Vox, comentó en X que “De Moraes y Lula tienen motivos para estar preocupados”, señalando que sus acciones son “arbitrarias y criminales”. Abascal agregó que “Bolsonaro representa la dignidad y la integridad de una nación”, afirmando que “a él lo quiere el pueblo; a ellos los repudian por corruptos y por encarcelar a brasileños inocentes”.
André Ventura, líder de Chega, también se pronunció en términos similares en redes sociales, condenando la situación en Brasil. Dijo: “No puedo dejar de condenar lo que está pasando en Brasil. Bolsonaro fue llevado a la policía para ponerle una tobillera electrónica y el verdadero ladrón está en la Presidencia”.