El Gobierno boliviano ha detectado 23 nuevos pasos ilegales en las zonas fronterizas con países vecinos. Estas rutas están siendo utilizadas para intensificar el fenómeno conocido como “contrabando a la inversa”. Esta situación está generando una escasez de productos básicos en el mercado interno, lo que a su vez provoca un aumento en los precios.
El viceministro de Lucha contra el Contrabando, Luis Amílcar Velásquez, ha informado que estas rutas han sido abiertas utilizando maquinaria pesada. En muchos casos, estas acciones cuentan con el respaldo directo de comunidades cercanas que protegen los accesos ilegales. Estas comunidades cobran hasta 500 bolivianos por persona para permitir el paso a través de estas rutas.
Emboscadas y robos
Velásquez también ha advertido que algunas de estas comunidades no solo facilitan el paso, sino que llegan a emboscar camiones distribuidores. El objetivo es sustraer productos y trasladarlos hacia la frontera con fines comerciales. Un ejemplo de esto ocurrió con un vehículo de Emapa que transportaba maples de huevo y que terminó siendo víctima de un robo.