Legisladores del Movimiento al Socialismo (MAS) aseguraron este martes 15 de julio de 2025 que las declaraciones de la representante del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), Ruth Nina, fueron malinterpretadas y sacadas de contexto. Afirmaron que Nina no hizo un llamado a la violencia.
El 12 de julio de 2025, durante un congreso evista en Cochabamba, Nina expresó que el 17 de agosto “en vez de contar votos, se van a contar muertos”. Esta frase fue entendida por diversos sectores políticos y sociales como una amenaza directa al proceso electoral, lo que generó una ola de denuncias en su contra por delitos como instigación pública a delinquir, terrorismo y apología del delito.
Defensa de los legisladores evistas
El senador evista, Luis Adolfo Flores, argumentó que la frase no debe interpretarse como una incitación a la violencia, sino como una expresión retórica. “Yo escuché claramente, no dijo que atentaría contra nadie, dijo que si hay que ofrendar la vida por el país, se hará. Eso es diferente a amenazar”, manifestó. Flores aseguró que la frase fue utilizada por actores políticos para criminalizar las expresiones de disconformidad.

Además, Flores denunció que en Bolivia no existe un Estado de derecho ni independencia judicial, y que la persecución penal responde a intereses políticos.
Reacciones de otros legisladores
Por su parte, la diputada evista Gladys Quispe enfatizó que las declaraciones de Nina podrían ser el resultado de una “bronca contenida”.
La diputada de Comunidad Ciudadana (CC), Luisa Nayar, presentó una denuncia formal contra Nina. En respuesta, Quispe cuestionó por qué Nayar no se pronunció de la misma manera en casos como las compras millonarias del hijo del Presidente Luis Arce. Quispe sostuvo que la oposición y el Gobierno tienen acuerdos.

Pronunciamiento del TSE
Las declaraciones de los parlamentarios se produjeron horas antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) se pronunciara sobre posibles acciones contra Nina, tras la controversia generada por sus palabras.
Anteriormente, Nina defendió que sus declaraciones se referían a muertes no visibilizadas en conflictos pasados y no a una amenaza de violencia para el día de las elecciones. Acusó a los medios de tergiversar sus palabras y denunció “violencia mediática”.