El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha denunciado un aumento de ataques sistemáticos dirigidos contra las elecciones generales que están programadas para el 17 de agosto de 2025. Estos ataques son impulsados por ciertos actores políticos y sociales que buscan desacreditar a la institución y a sus autoridades. La denuncia fue realizada a través de un comunicado dirigido tanto a la ciudadanía boliviana como a la comunidad internacional.
El TSE ha señalado que estos ataques son promovidos por actores políticos y sociales que intentan desacreditar, deslegitimar y amenazar a esta institución y a sus máximas autoridades. El objetivo de estas acciones es obstaculizar la organización y la realización de las elecciones generales de 2025. Los ataques incluyen acusaciones infundadas, campañas de desinformación mediática y amenazas veladas contra la integridad de los vocales del TSE.
Socavando la institucionalidad
La institución ha advertido que estas maniobras buscan socavar la institucionalidad del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) y debilitar la confianza de la ciudadanía en el sistema democrático. El OEP enfrenta constantes cuestionamientos por parte de algunos actores políticos, como el expresidente Evo Morales y sus seguidores, quienes insisten en su candidatura a pesar de estar inhabilitado por sentencias constitucionales.
Independencia del OEP
El TSE ha enfatizado que el OEP es una institución independiente y autónoma, con la misma jerarquía que los otros órganos del Estado, de acuerdo con la ley del Órgano Electoral Plurinacional. Además, subrayó que su labor no está sujeta a injerencia ni tutelada por ningún poder político o institucional.

Denuncia penal contra vocal
La semana pasada, diputados del evismo informaron que han formalizado una denuncia penal contra el vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi Quispe, por presuntamente recibir dinero para inhabilitar a Morales. Esta situación ha generado un clima de tensión en el contexto electoral.
Un llamado a la responsabilidad
El Tribunal ha hecho un llamado a los actores políticos y sociales para que depongan estas acciones que socavan la institucionalidad democrática, generan confrontación y amenazan la paz social. En este contexto, debe primar la responsabilidad, el respeto y el compromiso con la estabilidad del país.
El TSE reafirma que desarrolla sus funciones con estricto apego a la Constitución Política del Estado y a la legislación electoral vigente. Además, ha remarcado que es una institución independiente y autónoma, con igual jerarquía que los demás órganos del Estado.
El TSE ha indicado que no cederá ante presiones políticas ni intereses sectoriales que intenten condicionar sus decisiones o interferir en el normal desarrollo del proceso electoral.
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