El 7 de julio se celebra el Día Mundial del Cóndor, una especie que se encuentra en peligro de extinción en Sudamérica. La población de cóndores enfrenta diversas amenazas, como el uso de cebos tóxicos que se emplean para controlar a las especies predadoras. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, estas prácticas están afectando de manera significativa la cantidad de cóndores andinos en países como Argentina, Bolivia y Ecuador.
Características del cóndor andino
El peso del cóndor andino varía entre 7 y 15 kilogramos. Su longitud se encuentra entre 97 y 128 centímetros, y su envergadura puede alcanzar hasta tres metros, lo que lo convierte en la ave terrestre más grande. Las hembras son más pequeñas que los machos, que se distinguen por tener una cresta prominente y una barbilla notable. Además, los machos presentan un iris marrón, mientras que las hembras tienen un iris rojo.

Comportamiento y vuelo
Los cóndores son capaces de cambiar el color de la piel de su cuello o cara para expresar su estado de ánimo. Este cambio de color es parte de su comunicación y se utiliza durante las exhibiciones en el apareamiento. Cuando planean, extienden sus alas de forma horizontal y separan las alas primarias como si fueran dedos. Pueden volar a velocidades de hasta 50 kilómetros por hora y alcanzar alturas superiores a 8.000 metros, que es más alto que el cerro Aconcagua, que mide 6.960 metros.
Hábitat y rol ecológico
A pesar de su capacidad para volar a grandes altitudes, los cóndores prefieren habitar en pastizales abiertos y regiones montañosas que no superen los 5.000 metros. Tienen un papel crucial en el ecosistema, ya que son carroñeros. Su dieta ayuda a prevenir la propagación de bacterias que pueden causar enfermedades en humanos, controlan otras poblaciones de carroñeros y mantienen el equilibrio del medio ambiente.

Alimentación y búsqueda de comida
Estos animales buscan constantemente carroña, que es su principal fuente de alimento. Cuando encuentran una presa, no descienden de inmediato; primero la vigilan y sobrevuelan en círculos antes de acercarse para alimentarse. Prefieren consumir animales grandes, ya sean salvajes o domésticos. En zonas costeras, su dieta puede incluir peces o focas muertas.
Reproducción y crianza
El cóndor andino es una especie monógama y forma pareja de por vida. Juntos, construyen sus nidos en cuevas de acantilados en terrenos que les pertenecen. Ambos sexos participan en la incubación de los huevos y en la alimentación de las crías, alternándose en el cuidado. Generalmente, los juveniles permanecen con sus padres durante un promedio de 2 años o hasta que los padres se reproducen nuevamente.
La principal amenaza que enfrenta el cóndor andino son los cebos tóxicos que se utilizan ilegalmente para controlar a las especies predadoras. Esto impacta de manera directa en la disminución de su población.
