La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) ha hecho una propuesta al Presidente Luis Arce para congelar el salario mínimo nacional. Esta sugerencia surge debido a los efectos negativos que el aumento del salario puede tener en el empleo formal. El pronunciamiento público se realizó hoy y forma parte de una agenda más amplia que busca abordar el tema del incremento salarial entre el gobierno, el sector privado y los trabajadores.
El 23 de abril de 2024, el gobierno llegó a un acuerdo con la Central Obrera Boliviana (COB) para un incremento del 5,85% en el Salario Mínimo Nacional, lo que resultó en un total de 2.500 bolivianos. Sin embargo, el 13 de marzo pasado, la COB presentó su pliego petitorio para 2025, en el cual solicita un aumento del 15% al salario mínimo nacional y del 20% al haber básico.
Reacción de Cainco
Ante este anuncio, Cainco expresó su desacuerdo con que los incrementos salariales se decreten de manera unilateral, sin tener en cuenta al sector empresarial. “Esta práctica, que debería representar justicia para el trabajador, se ha vaciado de diálogo, análisis y sostenibilidad”, afirmaron desde la organización.
Cainco argumentó que Bolivia se encuentra en una situación económica complicada, con reservas internacionales agotadas, un déficit fiscal persistente y una inversión estancada. “Frente a este escenario, aplicar recetas del pasado no solo es ineficaz, es irresponsable. Más del 80% de los bolivianos trabaja en la informalidad, sin protección ni representación real”, señalaron.
Propuesta de agenda laboral
Los empresarios de Cainco sostienen que el verdadero debate no es sobre salarios, sino sobre la política laboral. Según ellos, se necesita una política laboral del siglo XXI que combine tres pilares: flexibilidad, estabilidad de ingresos y capacitación continua. En este contexto, Cainco ha propuesto al gobierno una agenda de cuatro puntos.
Primero, sugieren congelar el salario del sector público, a excepción de los sectores de salud y educación, con el fin de contener el déficit. Segundo, en el sector privado, proponen permitir la negociación salarial sectorial basada en datos y congelar el salario mínimo nacional debido a sus efectos negativos en el empleo formal.
El tercer punto consiste en crear estímulos reales para la contratación formal, ofreciendo incentivos a empresas e industrias que generen oportunidades laborales, priorizando a jóvenes y mujeres. Por último, proponen establecer de manera urgente una mesa nacional tripartita que incluya al Estado, trabajadores y empleadores, con el objetivo de construir una nueva política laboral.
Reflexión final de Cainco
Cainco concluyó su pronunciamiento con una reflexión dirigida al gobierno: “No podemos seguir legislando el trabajo del futuro con lógicas del pasado”. Este sector empresarial insiste en la necesidad de una política laboral moderna que se base en el diálogo y la colaboración.
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