La guerra comercial entre Estados Unidos y China ha llegado a las redes sociales. En estas plataformas, ciudadanos chinos están publicando vídeos que muestran los bajos costes de producción de marcas reconocidas como Lululemon y Hermès. Estos vídeos revelan que el precio de fabricación es mucho más bajo que el precio de venta al público, lo que ha generado un intenso debate sobre la autenticidad de los productos y la posibilidad de comprar directamente de las fábricas.
Marcas como Lululemon, Louis Vuitton, Nike y Hermès han sido mencionadas en estos vídeos, que ya han acumulado millones de visualizaciones. Por ejemplo, los leggings de Lululemon tienen un precio que varía entre 50 y 100 euros, mientras que las sudaderas pueden superar los 100 euros. En un vídeo viral, la usuaria @lunasourcingchina afirma que parte de su ropa se produce en las fábricas chinas Xiand Long y Hun Qisun. «Os venden un pantalón de yoga por 100 dólares, pero (…) en estas dos empresas los podéis comprar por 5 o 6 dólares», explica la creadora del contenido.
Costes de producción reveladores
Wang Sen, un fabricante de bolsos, ha desglosado los costes de producción, estimando que un bolso Birkin cuesta alrededor de 1,400 dólares de fabricar, mientras que su precio de venta puede alcanzar hasta 20,000 dólares. «El 90% del precio que se paga es por el logotipo», asegura. A pesar de que gran parte de la producción se lleva a cabo en China, muchas marcas europeas logran incluir la etiqueta «Hecho en Europa», ya que el diseño y las fases finales del proceso se realizan en territorio europeo.
Compras directas desde fábricas
Los protagonistas de estos vídeos suelen animar a los usuarios a comprar directamente de las fábricas. De esta manera, se evitan los altos precios impuestos por intermediarios occidentales y se eluden los aranceles impuestos por la administración Trump. Para facilitar este proceso, recomiendan el uso de aplicaciones como Alibaba para realizar pedidos o contactar directamente a través de TikTok.
Advertencias sobre la autenticidad
No obstante, no todo es tan sencillo como parece. Según un informe de The Independent, tras consultar a expertos del sector y algunas de las marcas mencionadas en los vídeos, se ha descubierto que muchas empresas asiáticas están aprovechando el revuelo generado por los aranceles para aumentar sus ventas. En muchos casos, los productos que aparecen en las redes sociales son falsificaciones o imitaciones no autorizadas.
Impacto de los aranceles
La imposición de aranceles del 145% a todas las importaciones chinas por parte de Washington ha sido respondida por Pekín con tasas del 125%. Esto amenaza con alterar la posición dominante de China en el mercado global. Tradicionalmente, los bajos costes de producción y una política fiscal favorable habían convertido a China en «la fábrica del mundo».