El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue sometido a una cirugía abdominal en Brasilia el domingo 13 de abril de 2025. Esta intervención se realizó debido a una obstrucción intestinal que está relacionada con una puñalada que sufrió en 2018. Los médicos han indicado que Bolsonaro permanecerá hospitalizado durante al menos 14 días mientras enfrenta un juicio por un presunto intento de golpe de Estado ocurrido en 2022.
Detalles de la cirugía
Bolsonaro estuvo en el quirófano durante 12 horas debido a una “distensión abdominal”. El doctor Leandro Echenique, quien es cardiólogo de Bolsonaro, calificó la cirugía como “extremadamente compleja”, pero aseguró que “el resultado final fue excelente”. Echenique también mencionó que las primeras 48 horas después de la operación serán “críticas” para determinar los próximos pasos en el tratamiento del exmandatario.
El jefe de cirugía, Cláudio Birolini, explicó que la expectativa es que Bolsonaro permanezca ingresado por lo menos 14 días. Los médicos han advertido que el postoperatorio conlleva riesgos, como inflamación, infecciones y problemas de coagulación. Sin embargo, tienen la esperanza de que Bolsonaro eventualmente pueda regresar a tener “una vida normal, sin restricciones”.
Contexto de la hospitalización
Bolsonaro comenzó a sentir “fuertes dolores” en el abdomen mientras realizaba una gira proselitista en el noreste de Brasil, lo que lo llevó a buscar atención médica. Esta cirugía es considerada como uno de los procedimientos más complejos a los que ha sido sometido desde el ataque con cuchillo que sufrió en 2018.
Juicio por intento de golpe de Estado
Mientras inicia su recuperación, Bolsonaro espera que la Corte Suprema de Brasil establezca una fecha para un juicio en el que se le acusará de haber planeado un presunto intento de golpe de Estado. Este intento habría tenido como objetivo permanecer en el poder tras las elecciones de octubre de 2022. Según la acusación, Bolsonaro buscó apoyo de las fuerzas armadas para evitar la asunción del actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva.
Si es hallado culpable, Bolsonaro podría enfrentar una pena de hasta 40 años de prisión. El exmandatario se declara inocente y se describe a sí mismo como un “perseguido”. Además, está inhabilitado para competir en elecciones hasta 2030 debido a que cuestionó sin pruebas la fiabilidad del sistema de votación en Brasil. A pesar de esto, insiste en que tiene la intención de ser candidato en las elecciones presidenciales de 2026.