La inflación en Bolivia ha alcanzado un 14,63% interanual hasta marzo de 2025 y un 9,97% acumulada en 2024, según un análisis realizado por Bloomberg. Jonathan Fortun, economista del Instituto Internacional de Finanzas, ha advertido sobre la crisis inflacionaria que enfrenta el país. Esta situación se atribuye a desequilibrios económicos estructurales y a la dependencia de insumos importados.
Factores detrás de la inflación
Bloomberg ha analizado que el rápido aumento de la inflación en Bolivia es resultado de desequilibrios económicos que se han extendido durante años. Estos desequilibrios habían sido contenidos bajo un esquema que incluía un tipo de cambio fijo, subsidios generalizados y un Estado sobredimensionado. La situación actual amenaza con socavar la economía boliviana.
Datos del Instituto Nacional de Estadística
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en 2024 la inflación acumulada llegó al 9,97%. Hasta marzo de este año, se registró un 14,63% interanual. Fortun ha afirmado: «La reciente aceleración inflacionaria en Bolivia, evidente desde fines de 2024, no es un fenómeno aislado ni responde a un shock externo inesperado».
Dependencia de insumos importados
El problema se agrava debido a la dependencia del país en insumos importados como alimentos, fertilizantes, repuestos industriales y combustibles. Bolivia importa casi todo el diésel y la gasolina que consume, vendiéndolos internamente a precios bajos. Esto ha llevado a destinar más de 2.300 millones de dólares para mantener la subvención.
Déficit fiscal y transparencia
Fortun también ha indicado que el déficit fiscal podría ser superior al 10,5% del Producto Interno Bruto (PIB), aunque el Gobierno no transparenta esos datos. Además, considera que la inflación ha sido “estadísticamente suavizada”, ya que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) analiza una canasta de consumo establecida en 2016.
Bolivia en el contexto latinoamericano
Como resultado, Bolivia se ha consolidado como el cuarto país más inflacionario de América Latina, solo por detrás de Argentina, Venezuela y Cuba. Los precios de los alimentos y productos son manifestaciones de una política económica que se desbordó en los últimos años. A pesar de lo que sentían los bolsillos de los bolivianos en 2024, la tasa de inflación acumulada no llegó a un doble dígito.
La situación actual refleja una crisis inflacionaria que se ha agravado por factores internos y externos. La dependencia excesiva en insumos importados y las políticas económicas implementadas han contribuido a esta problemática.
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