Investigadores de la Universidad de Zúrich y la Universidad Privada de Santa Cruz están llevando a cabo un estudio sobre cómo la saturación de oxígeno durante el sueño afecta las funciones cognitivas en adolescentes que residen a más de 3,600 metros de altitud, específicamente en La Paz y El Alto, en Bolivia.
Este estudio se enfoca en medir diversas variables fisiológicas y aplicar pruebas psicológicas para evaluar el impacto que tiene la altitud en el aprendizaje. La muestra está compuesta por aproximadamente 200 adolescentes.
Detalles del estudio
La investigación es liderada por la neurocientífica Edith Schneider, quien explicó que «ha sido un análisis de la poligrafía del sueño en los adolescentes en la altura» para observar «cómo es la respiración» de los menores en estas condiciones extremas.
Se han medido variables como la concentración de hemoglobina y la saturación de oxígeno en sangre. Además, se han aplicado pruebas psicológicas que incluyen atención, concentración, tiempo de reacción, memoria y habilidades de razonamiento.
Hipótesis inicial y hallazgos
Schneider indicó que «nosotros vinimos con una hipótesis inicial, que se cree que a más de 4,000 metros empiezan a haber más problemas en la respiración». En el transcurso del estudio, se comprobó que «efectivamente en El Alto hay mayor desaturación, que es la falta de oxígeno en la sangre».
Este fenómeno es considerado «normal» debido a la altitud, pero también se asocia con un mayor número de eventos de apneas del sueño entre los adolescentes que viven allí.
Importancia del estudio
La relevancia de esta investigación radica en «ver cuál es la fisiología de la gente de altura, cómo es que la gente de altura respira, cuáles son sus valores basales de respiración y cuáles son sus valores basales de oxigenación».
Según Schneider, aunque la altitud no parece afectar el desempeño escolar de los adolescentes que están acostumbrados a vivir en estas condiciones, es crucial detectar si un menor está en riesgo de desaturación y verificar su rendimiento académico.
Futuras investigaciones
En el futuro, se planea replicar este estudio en ciudades que se encuentren a más de 2,500 metros sobre el nivel del mar, como Kirguistán, así como en lugares de menor altitud como Santa Cruz, que está situada a 400 metros. Esto permitirá realizar una comparativa para observar si los riesgos son similares.
Colaboración entre instituciones
La Universidad de Zúrich financió y coordinó el proyecto a través del Instituto de Fisiología Veterinaria, donde se realizaron las mediciones fisiológicas. Por su parte, la Universidad Privada de Santa Cruz se encargó del reclutamiento y ejecución del estudio relacionado con las funciones cognitivas mediante su Centro de Investigación y Asesoramiento Psicológico (CIAP), bajo la dirección del investigador Nicolás Arancibia.
Schneider consideró que «la medicina de altura en Bolivia está totalmente abandonada», señalando que no ha habido esfuerzos significativos para entender aspectos como el campo respiratorio en sitios altos. A su juicio, esta área debería ser una «prioridad nacional», dado que Bolivia cuenta con ciudades altas con importantes densidades poblacionales como El Alto.
La investigadora prevé presentar los resultados del estudio en una reunión mundial sobre medicina de altura que está programada para Kirguistán del 24 al 26 de abril de 2025.