El Consejo y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo provisional sobre un reglamento que tiene como objetivo prevenir la pérdida de granulados de plástico en el medio ambiente. Esta normativa se aplicará a lo largo de toda la cadena de suministro, tanto terrestre como marítima.
Según declaraciones de Paulina Hennig-Kloska, ministra de Clima y Medio Ambiente de Polonia, «cada año, se pierde en el medio ambiente el equivalente a hasta 7.300 camiones cargados de pélets de plástico». La ministra, cuyo país ocupa la presidencia del Consejo de la UE este semestre, destacó que la Unión Europea ha dado un paso histórico al adoptar medidas para reducir la contaminación por pélets.
Hennig-Kloska también subrayó que «los microplásticos, incluidos los pélets de plástico, se encuentran ahora en todas partes: en nuestros océanos, mares e incluso en los alimentos que consumimos».
Fuentes de microplásticos
Los pélets de plástico son la tercera principal fuente de liberación no intencionada de microplásticos, después de las pinturas y los neumáticos. César Luena, ponente de la Eurocámara y miembro del Partido Socialista español, comentó: «Hemos alcanzado un buen acuerdo que garantizará que las pérdidas de pélets ya no sean imposibles de abordar, como ha sido el caso hasta ahora».
Luena añadió que «Europa gana en seguridad y prevención, y se dota de instrumentos para reaccionar ante incidentes y accidentes que puedan implicar pérdidas de pélets de plástico».
Medidas de prevención y gestión
La nueva normativa, acordada la noche del 8 de abril, pone un fuerte énfasis en la prevención de pérdidas de pélets por parte de los operadores y transportistas, tanto de la UE como de fuera de ella. Aquellos que operan fuera de la UE deberán designar un representante autorizado dentro de la Unión.
El reglamento establece un marco claro que define las obligaciones en caso de pérdidas accidentales, centrándose en las operaciones de limpieza. Además, se incluye un conjunto de medidas en un plan de gestión de riesgos que cada instalación que manipule pélets deberá elaborar. Este plan abordará aspectos como el embalaje, la carga y descarga, la formación del personal y el equipo necesario.
Reducción esperada de pérdidas
Se estima que, una vez que esta reglamentación entre en vigor, las pérdidas de pélets de plástico se reducirán hasta en un 74%. Esto contribuirá a la preservación de los ecosistemas y la biodiversidad, a la reducción de riesgos para la salud humana y a la mejora de la reputación del sector, según un comunicado de la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario también celebró que los actores económicos, como los sectores de la agricultura, la acuicultura y el turismo, se beneficiarán de esta nueva medida.
Equilibrio entre protección y requisitos
El acuerdo provisional busca establecer un equilibrio entre un alto nivel de protección ambiental y requisitos adaptados a las empresas según su tamaño. Por ejemplo, se requerirán requisitos de certificación para las empresas que procesan más de 1.500 toneladas de gránulos de plástico al año. Para aquellas que operan por debajo de este umbral, solo será necesaria la autodeclaración.
Además, las pequeñas empresas recibirán asistencia especial para ayudarles a cumplir con esta nueva regulación.
Obligaciones para el transporte marítimo
Los colegisladores también acordaron establecer obligaciones específicas para el transporte de pélets de plástico por mar, que se realizará en contenedores de carga. Esto incluye garantizar un embalaje de buena calidad y proporcionar información relacionada con el transporte y la carga, siguiendo las directrices de la Organización Marítima Internacional.
En 2022, el transporte marítimo representó aproximadamente el 38% del total de pélets transportados en la UE. Es importante señalar que este material no es biodegradable.
Para facilitar el cumplimiento en el sector marítimo, se acordó posponer la aplicación de las normas pertinentes un año en comparación con el resto de las normas establecidas en el reglamento.
Próximos pasos para el reglamento
Este acuerdo político deberá ser refrendado formalmente por el Consejo y el Parlamento antes de su publicación en el Diario Oficial de la UE. Una vez publicado, el reglamento entrará en vigor dos años después.