La Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) de Bolivia solicitó este viernes 4 de abril al Gobierno la liberación de las exportaciones de soya. Esta petición surge tras prever que este año habrá un aumento del 53% en la producción en comparación con la cosecha anterior, lo que garantiza el abastecimiento para el mercado interno.
Fernando Romero, presidente de Anapo, indicó que se espera que en la campaña de verano 2024-2025 se cosechen al menos 2,3 millones de toneladas métricas (TM) de soya. Esto se produce a pesar de las adversidades climáticas, como sequías en algunas áreas productivas y lluvias persistentes.
Esta proyección contrasta con las cerca de 1,5 millones de toneladas producidas en la campaña de verano 2023-2024, lo que representa una recuperación significativa del 53%, según lo mencionado por Romero en un comunicado de prensa de la Anapo.
Solicitud al Gobierno
Debido a esta situación, el principal representante de la asociación exigió al Gobierno del Presidente Luis Arce la pronta liberación de las exportaciones de soya. Esta medida es crucial para brindar certidumbre a miles de productores, permitiéndoles recibir un precio justo por su producción.
Romero también destacó que las 2,3 millones de toneladas son suficientes para asegurar el abastecimiento del mercado interno, que requiere 800 mil toneladas anuales para satisfacer las necesidades de harina solvente del sector pecuario y de aceite comestible.
Avance de la cosecha
El dirigente de Anapo precisó que hasta hace unos días se había reportado un avance del 20% en la cosecha de soya. Se tiene planificado que esta labor continúe sin interrupciones, con el objetivo de concluirla a mediados de mayo.
Acuerdo de 2019
El comunicado de Anapo señala que, según lo acordado en 2019, la liberación de las exportaciones de soya debe realizarse sin restricciones, cupos o trámites adicionales cuando la producción alcance el 60% de la producción del año anterior.
La asociación también mencionó que los productores de soya tienen expectativas optimistas de recuperación, las cuales podrían materializarse si el Ejecutivo boliviano decide liberar la exportación del grano.
Impacto de la sequía
Los productores de soya en Bolivia enfrentaron una de las peores cosechas en los últimos 30 años durante el verano 2023-2024. Esto se debió a los efectos de la sequía, que causaron pérdidas significativas tanto en la producción como en la economía, según lo informado por Anapo.