Miles de birmanos llevan 6 días durmiendo al aire libre o en asentamientos improvisados tras el terremoto de magnitud 7,7 que ocurrió el pasado viernes. Este desastre ha devastado partes del centro-norte del país, donde organizaciones humanitarias consultadas por EFE reportan casos de golpes de calor, agua contaminada y graves problemas gastrointestinales.
En Mandalay, una de las ciudades más afectadas por el terremoto, ya hay más de 3,000 fallecidos. Hasta el miércoles, cerca de 9,000 personas sin hogar se habían asentado en albergues improvisados o refugios temporales que han sido establecidos por organizaciones humanitarias, según fuentes en el terreno.
La situación en Mandalay, que es la segunda mayor ciudad de Birmania (Myanmar) con alrededor de 1.5 millones de habitantes, se agrava con las condiciones en otras áreas menos accesibles. En la región de Sagaing, donde se localizó el epicentro del seísmo, la ciudad homónima ha quedado destruida en un 70%, según informes de organizaciones humanitarias.
Riesgos para los supervivientes
Casi una semana después del gran temblor, los equipos de salud y las agencias humanitarias están alertando sobre los riesgos más urgentes para los supervivientes. La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, en inglés) informó este jueves 3 de abril que hay «docenas de casos de enfermedades relacionadas con el calor», afectando a más de 100 damnificados en Mandalay, Sagaing y Naipyidó.
Se cree que esta situación seguirá perjudicando a más personas debido a la falta de refugios y a las altas temperaturas que continúan. Los servicios meteorológicos han registrado temperaturas superiores a 40 grados centígrados este jueves en Mandalay, una cifra similar a la de Sagaing.
Contaminación del agua
Los trabajadores humanitarios en el terreno han reportado un aumento de casos de diarrea acuosa aguda entre las personas que buscan refugio. Esta situación se agrava por la presencia de bacterias en el agua disponible para miles de damnificados que se han agrupado en refugios improvisados.
Organizaciones humanitarias han confirmado la contaminación del agua en al menos 10 asentamientos. Aunque la ONU no ha informado sobre este hallazgo, ha reiterado la «urgente necesidad» de agua potable en las zonas afectadas y ha pedido aumentar las medidas de prevención para evitar la propagación de infecciones y enfermedades.
Escasez de suministros médicos
Las organizaciones consultadas han instalado alrededor de 20 puestos de campaña para atender a los heridos en las áreas más afectadas. Sin embargo, advierten sobre una grave escasez de suministros médicos, por lo que han insistido en su llamado a las fuerzas armadas para que faciliten la entrada y el traslado de la ayuda.
La junta militar, que está en el poder tras un golpe de Estado en 2021, declaró ayer una tregua de 3 semanas en el conflicto que mantiene con guerrillas étnicas y grupos prodemocráticos, después de haber rechazado un cese al fuego anterior propuesto por los grupos rebeldes.
Impacto en la infancia
Además, los equipos que trabajan para proteger a la infancia han documentado cerca de 200 casos de niños separados de sus familias tras el terremoto. Muchos de estos menores no tienen certezas sobre el paradero de sus padres o responsables, quienes ahora se encuentran agrupados en los asentamientos.
El Gobierno militar, que asumió el poder tras el golpe de Estado, ha cifrado este jueves en 3,085 las muertes, mientras que reporta 4,515 heridos y 351 desaparecidos tras el sismo. Este desastre ha destruido hospitales, escuelas, iglesias, viviendas, carreteras y puentes, afectando «directamente» a 8.5 millones de personas, según la oposición.