Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania han desarrollado una innovadora técnica que permite a una persona escuchar un sonido o mensaje enviado a distancia, sin que otras personas a su alrededor lo oigan. Este avance se publicó en el estudio de la revista PNAS y tiene el potencial de aplicarse en diversos entornos, como aulas y vehículos.
En un enclave audible, un oyente puede escuchar el sonido, mientras que las personas cercanas no lo perciben, incluso si están en un espacio cerrado, como un vehículo. Esta técnica “crea una barrera de privacidad entre las personas para escuchar en privado”, explicó Yun Jing, uno de los investigadores que firmó el estudio.
Cómo funciona la técnica
El método permite crear focos localizados de sonido a distancia mediante la creación de bolsas de zonas sonoras, conocidas como enclaves audibles. En estos enclaves, se emiten dos haces ultrasónicos no lineales, y el sonido solo puede ser percibido en el punto preciso donde ambos se cruzan.
El equipo de investigación utilizó dos transductores de ultrasonidos emparejados con una metasuperficie acústica. Estos transductores emiten haces autodoblantes. Al colocar las metasuperficies delante de los dos transductores, las ondas ultrasónicas viajan a dos frecuencias ligeramente distintas, siguiendo una trayectoria en forma de media luna hasta que se cruzan.
Características del sonido
Ninguno de los haces ultrasónicos es audible por sí solo; es la intersección de ambos lo que genera una interacción local no lineal que produce el sonido audible. El equipo comprobó que los haces pueden sortear obstáculos, como cabezas humanas, para llegar a un punto de intersección designado, y que el sonido no es audible salvo en ese punto específico.
Además, se probó el sistema en una sala común con reverberaciones normales, lo que demuestra su eficacia en diferentes entornos acústicos.
Perspectivas futuras
“Hemos creado unos auriculares virtuales”, afirmó Jia Xin Zhong, otro de los firmantes del estudio. Actualmente, los ingenieros pueden transferir sonido a distancia hasta un metro del objetivo previsto, y el volumen del sonido es de aproximadamente 60 decibelios, lo que equivale al volumen de una conversación normal.
Sin embargo, los investigadores consideran que es posible aumentar tanto la distancia como el volumen si se incrementa la intensidad de los ultrasonidos. Este avance podría revolucionar la forma en que interactuamos con la tecnología de sonido en el futuro.