El Programa Mundial de Alimentos (WFP) ha informado que más de 1,000,000 de personas en Birmania se quedarán sin asistencia alimentaria a partir de abril debido a la disminución de la financiación. La organización necesita urgentemente 60,000,000 de dólares para continuar su ayuda en el país, donde se estima que cerca de 20,000,000 de personas enfrentan necesidades urgentes.
Estos recortes afectarán a numerosas comunidades, incluyendo a aquellas que dependen completamente de la ONU para alimentarse, como es el caso de la minoría musulmana rohingya. Esta comunidad ha sido perseguida por la junta militar que controla Birmania desde el golpe de estado del 1 de febrero de 2021. Con los fondos actuales, el WFP solo podrá seguir brindando apoyo a las 35,000 personas más vulnerables en Birmania.
Impacto en comunidades vulnerables
Michael Dunford, director de la organización en Birmania, ha declarado que «los recortes inminentes tendrán un impacto devastador en las comunidades más vulnerables de todo el país». Dunford considera crucial obtener nuevas donaciones para poder continuar con la labor humanitaria. La ONU ha alertado que esta reducción de fondos ocurre justo en un momento en que la violencia ha aumentado en Birmania.
Aumento de la violencia en Birmania
En el país, el Ejército se enfrenta a guerrillas y movimientos prodemocráticos tras el golpe de estado. Desde entonces, más de 6,200 personas han muerto y millones han sido desplazadas debido a los enfrentamientos. Las operaciones humanitarias en todo el mundo están sufriendo recortes, principalmente por la suspensión de los fondos que entregaba la agencia de Estados Unidos, Usaid.
Revisión de fondos de Usaid
El funcionamiento de Usaid está siendo revisado por el Gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, desde su regreso al poder en enero pasado. Esta situación ha generado preocupación en el ámbito humanitario, ya que afecta a millones de personas que dependen de la asistencia internacional.