Las cárceles de Bolivia están atravesando una grave crisis que se caracteriza por el hacinamiento, la falta de infraestructura y la corrupción. Estos problemas han llevado a un aumento de la violencia entre los reclusos y han provocado enfrentamientos por espacios y beneficios. Esta situación fue expuesta este miércoles 12 de marzo por el exdirector de Régimen Penitenciario, Franz Laura.
En los primeros meses de 2025, al menos 7 reclusos han perdido la vida en incidentes violentos ocurridos en diferentes penales del país. Algunos de estos hechos cuentan con la presunta complicidad de policías.
Hacinamiento y clasificación inadecuada
Laura explicó a EFE que la sobrepoblación en los recintos penitenciarios dificulta una clasificación adecuada de los internos. Esto provoca que se mezclen procesados con condenados y que se agrupen reclusos de distintos niveles de peligrosidad. Esta situación ha generado conflictos internos y ha facilitado el ingreso de drogas y alcohol, muchas veces con la colaboración de los propios custodios.
En 2024, la población penitenciaria en Bolivia superó los 32,000 reclusos, a pesar de que las cárceles fueron diseñadas para albergar a menos de la mitad de esa cifra. La falta de espacio ha intensificado las disputas dentro de los penales, donde las peleas son comunes por la necesidad de obtener mejores condiciones de vida en espacios reducidos.
Violencia en el penal de Chonchocoro
Uno de los casos más alarmantes se registró en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, donde un recluso fue asesinado dentro de su celda por otro interno que aparentemente adquirió un arma de fuego a un policía. Este hecho ha suscitado cuestionamientos sobre la seguridad en los recintos y la corrupción dentro del sistema penitenciario.
Además de los conflictos entre internos bolivianos, en los últimos meses se ha observado un aumento de enfrentamientos con reclusos extranjeros, principalmente de nacionalidades como la peruana, brasileña, colombiana y venezolana.
Rivalidades entre reclusos
El exdirector de Régimen Penitenciario indicó que muchos de estos privados de libertad buscan ganar poder y privilegios dentro de las cárceles, lo que genera rivalidades con los presos bolivianos. «Cuando ingresan a la cárcel, los presos extranjeros intentan tener poder y privilegios; los reclusos bolivianos no se dejan y así se van formando grupos que intentan estar por encima de otros», comentó.
El aumento de reclusos brasileños está vinculado a delitos de narcotráfico y sicariato, especialmente en regiones fronterizas donde los medios locales han reportado numerosos asesinatos por ajustes de cuentas.
Intervención de la CIDH
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha visitado Bolivia en varias ocasiones para evaluar la situación en los penales y ha denunciado vulneraciones a los derechos humanos dentro de las cárceles.
Ante esta crisis, el Gobierno ha anunciado que revisará los protocolos de seguridad y tomará medidas para prevenir más muertes en los centros penitenciarios.
Propuestas para mejorar la situación
Sin embargo, Laura enfatizó que es urgente realizar cambios en la normativa carcelaria. Propuso fortalecer el control interno en los penales y rotar constantemente al personal policial para evitar actos de corrupción.
