Al margen de los conjuntos folklóricos, el Corso Infantil tiene otro componente que es igual de importante y además es sumamente llamativo; se trata de los disfraces que de manera individual o grupal, presentan algunos niños con ayuda de sus padres.
Este año no fue la excepción y se tuvo una variedad de disfraces bastante llamativos, algunos por su carga cultural y representativa del país, otros por la originalidad, también se tuvo los que destacan por los materiales con los que se hicieron y no faltaron aquellos que buscan arrancar una sonrisa por lo picarescos y jocosos.
Este año, por ejemplo, se tuvo a dos niños que entraron en diferentes momentos, disfrazados del dedo perdido en una gradería durante el Carnaval, también se tuvo un homenaje al regalo por el Día del Padre, representado por dos menores disfrazados de salteña y su fiel acompañante la coca cola.
También hubo niños disfrazados de aderezos, ovejas, un vendedor de pasteles del calvario, etc. Muchos también optaron por vestirse de diablos, morenos y otros de las danzas del Carnaval de Oruro, pero con la particularidad de que sus trajes estaban confeccionados con material de reciclaje.
Veamos algunos de los mejores disfraces que nos dejó este año el Corso Infantil.