El sector del transporte pesado internacional ha denunciado este jueves 6 de marzo que al menos 2.000 cisternas bolivianas están varadas en Perú, Chile, Argentina y Paraguay debido a la falta de combustible.
Los transportistas han señalado que algunos conductores llevan más de 20 días esperando para cargar combustible, mientras que en Bolivia continúan las largas filas en los surtidores.
Situación crítica del transporte
El dirigente del Transporte Pesado, Pedro Quispe, advirtió que esta situación pone en riesgo las exportaciones e importaciones, ya que desde hace más de 2 semanas se registra una escasez de combustible en el país. Quispe explicó que la falta de dólares afecta la importación de hidrocarburos, lo que ha retrasado la provisión a los transportistas.
“Pueden ser unas 2.000 cisternas paradas. No solo es en Perú y en Chile, sino también en Paraguay y Argentina. Además, a nivel nacional, muchos están esperando en las refinerías”, indicó Quispe, según citó Unitel.
Atribuciones del problema
Otro representante del sector, Domingo Ramos, confirmó que el problema afecta a 2.000 cisternas en los cuatro países vecinos y atribuyó la demora a la falta de pagos por parte del Gobierno.
Ramos aseguró que las estaciones de carga en Perú han suspendido la distribución debido a que no se han realizado los pagos correspondientes.
“Claramente el Gobierno miente a los bolivianos al decir que pagó, canceló el combustible, pero la realidad es otra; tenemos compañeros que están parados 20 días y no tienen qué comer”, afirmó.
Esfuerzos del Gobierno
El viceministro de Políticas de Industrialización, Luis Siles, afirmó que el Gobierno está realizando esfuerzos para normalizar la provisión de diésel y garantizar el abastecimiento a sectores como el agropecuario y el minero.
En la misma línea, el Presidente del Estado, Luis Arce, ha instruido priorizar la distribución de combustible para la cosecha de granos que comenzará el 10 de marzo.
Justificaciones de la situación
Por su parte, el director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Germán Jiménez, atribuyó las largas filas en los surtidores a una sobredemanda provocada por el feriado de Carnaval y aseguró que la situación se está regularizando.
Según el Gobierno, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) distribuye diariamente 7 millones de litros de gasolina y la misma cantidad de diésel, lo que sería suficiente para cubrir la demanda nacional.
Problemas de divisas
Anteriormente, el exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, sostuvo que el principal problema es la escasez de dólares, lo que dificulta la importación de combustibles. Ríos explicó que la falta de previsión en la adquisición de divisas ha agravado el desabastecimiento, que se ha vuelto recurrente en los últimos 2 años.
En un informe anterior, el Banco Central de Bolivia indicó que las Reservas Internacionales Netas (RIN) se situaron en 1.976 millones de dólares al cierre de 2024, tras haber descendido de manera constante desde 2014, cuando alcanzaron su nivel más alto con 15.123 millones de dólares.
Sin embargo, las reservas en divisas disponibles se han reducido a solo 50 millones de dólares, lo que afecta directamente la capacidad de pago para la importación de diésel y gasolina.