El buen trato en el hogar y la promoción de una vida sin violencia son algunos de los mensajes que se encuentran en las letras de las Chiquicoplas. Esta es una versión adaptada de las tradicionales coplas del carnaval en los valles bolivianos, creada a partir de las experiencias de niños que han sufrido descuidos y maltrato en sus familias.
La Fundación Voces Libres, que se dedica a la defensa de mujeres y niños que enfrentan violencia y pobreza, junto con la Policía, promovió esta iniciativa. Mercedes Cortez, coordinadora nacional de Voces Libres, explicó a EFE que «las Chiquicoplas surgen a partir de una necesidad de los niños de ser escuchados y de situaciones reales que hemos conocido en casos de violencia».
Cortez añadió que los niños sufren al ver a sus padres consumir bebidas alcohólicas y pelearse. A través de sus diversos proyectos, la fundación ha escuchado las necesidades de los niños sobre problemas como la violencia doméstica y la falta de tiempo de calidad con sus padres. También se ha abordado la «mala costumbre de educarlos con violencia».
Transformación de las coplas
En 2023, la fundación y la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (Felcv) de la Policía presentaron las Justicoplas, que cambiaron el contenido machista habitual de las coplas por mensajes en contra de la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, no había nada para que los niños pudieran corear en las actividades de carnaval.
Por ello, surgió la necesidad de transformar estas historias reales y testimonios en coplas. Una escuela de canto fue invitada para interpretar las Chiquicoplas y se filmó un video musical en el que participan los menores de los proyectos de Voces Libres, así como otros niños y los hijos de policías.
Celebración en Cochabamba
La fundación también organizó una comparsa que participó este domingo 2 de marzo de 2025 en el Corso Infantil en Cochabamba. Durante este evento, los pequeños tuvieron la oportunidad de corear estos cánticos.
Tradición de las coplas
Las coplas son parte de la tradición de los carnavales en el centro y sur de Bolivia. Se caracterizan por ser versos sencillos con rimas y un contenido burlón, que a veces puede ser altamente machista, lo cual ha sido cuestionado por organizaciones que defienden los derechos de las mujeres.
En 2012, se generó una polémica en el país cuando el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) cantó durante las celebraciones del carnaval junto a una de sus ministras versos que decían: «ahora las ministras van por los balcones, pidiendo limosna para los calzones».
El impacto de las Chiquicoplas
Cortez lamentó que muchas coplas ya no son simplemente canciones picarescas, sino que «se ven plagadas de violencia». Sus letras a menudo denigran a la mujer, la reducen a un «objeto sexual» y refuerzan la misoginia.
La abogada explicó que las Chiquicoplas fueron creadas para ser utilizadas en colegios y desfiles de carnaval, permitiendo que las familias «puedan disfrutar este ritmo tan bonito, tan tradicional» sin perder su esencia alegre, pero con un enfoque diferente.
Esto es importante porque, en cada detalle, sin darnos cuenta, estamos reforzando machismos que pueden llevar a consecuencias graves como la violencia y el feminicidio.
Mensajes de las Chiquicoplas
Las Chiquicoplas incluyen versos que transmiten mensajes positivos, como «papito y mamita, vengan a escuchar, con mucho amor nos pueden guiar», «educa con ejemplo, educa sin violencia, tus gritos muy fuertes asustan mi inocencia», o «baila, canta y ríe, y ven a gozar, con amor el mundo podemos cambiar».
Cifras alarmantes de violencia
En 2024, la Fiscalía boliviana registró 84 feminicidios y 34 infanticidios. En enero de este año, ocho mujeres murieron a causa de la violencia machista y hubo un infanticidio. Según el Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres, 20 hijos quedaron huérfanos debido a los ocho feminicidios ocurridos en enero.
La Fundación Voces Libres brinda asistencia a 78 niños huérfanos por feminicidios. De estos, 18 viven en un centro de acogida en Cochabamba, mientras que los demás están con sus familiares maternos.
En 2024, más de 50 instituciones civiles, incluida la fundación, formaron una alianza para promover una ley que garantice la atención gubernamental para los menores huérfanos por feminicidio. Sin embargo, Cortez lamentó que cinco ministerios respondieron recientemente que la iniciativa «es inviable». Por ello, prevén reactivar la alianza para exigir que el Estado no eluda su responsabilidad en esta problemática.