El exgerente de Boliviana de Aviación (BoA), Ronald Casso, dejó su puesto en medio de numerosas críticas sobre el servicio que ofrece la aerolínea. Mientras tanto, tanto la oposición como el evismo en el Legislativo han exigido una auditoría y una investigación sobre su gestión.
El diputado Alejandro Reyes, de Comunidad Ciudadana (CC), ha solicitado que Casso sea llevado ante la justicia debido a las denuncias relacionadas con retrasos e incidentes en los vuelos nacionales. Además, Reyes ha pedido la destitución del ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, por su supuesta vinculación con los problemas que han surgido en BoA. Este viernes 7 de febrero, Mario Borda asumió el cargo de nuevo gerente de la aerolínea.
Críticas a la gestión de Casso
La oposición y el evismo han expresado su descontento con la gestión de Ronald Casso. “Hoy, el señor Casso tiene que enfrentar a la justicia por el desastre que hubo en BoA. Exigimos una auditoría interna, ya que necesitamos saber qué pasó con la compra de aeronaves y repuestos; mucha plata que podría estar inmersa en corrupción. No basta con renunciar”, afirmó Alejandro Reyes a los medios de comunicación.
Desde el evismo, se ha adoptado una postura más drástica respecto a la situación de BoA. “Aquí hay que cortar la cabeza de raíz, no la cola. Le hemos pedido al Presidente la destitución inmediata del ministro (Edgar Montaño). No queremos ministros bailarines, tiktokeros; queremos ministros que vayan al aeropuerto a vivir el cuestionamiento de los bolivianos”, declaró el diputado evista Rolando Cuellar.
Impacto en el sector turístico
Por su parte, el viceministro de Turismo, Hiver Flores, mencionó que la situación que enfrenta BoA, que está siendo investigada por un reciente incidente en el motor de una aeronave, genera un problema para el sector en general. “BoA actualmente está pasando por algunas situaciones complicadas. Entendemos que están trabajando para reafirmar esta posición de prestigio que ellos tienen”, afirmó Flores.
Preocupación ciudadana
La situación actual ha generado inquietud entre los ciudadanos sobre la calidad del servicio aéreo y su seguridad. La falta de confianza en BoA podría tener un impacto negativo en el turismo y en las operaciones comerciales relacionadas con el transporte aéreo dentro del país.