El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, ha calificado el paro movilizado programado para el 10 de febrero como “una medida extrema”. Esta afirmación se produce tras el cuarto ampliado multisectorial que se llevó a cabo en Tarija. Los sectores productivos del país han manifestado su oposición a una disposición que consideran arbitraria y que podría tener un impacto negativo en la economía.
Montenegro expresó su preocupación, señalando que “tomar medidas de pleno no coincide con esa cultura de diálogo que tiene el pueblo boliviano”. Por lo tanto, considera que esta acción es extrema, ya que está convencido de que ningún boliviano está en contra de que se controle a quienes especulan con los productos.
Demandas de los sectores productivos
Los sectores que forman parte de la cadena productiva del país están exigiendo la derogación de esta disposición. Argumentan que esta medida podría ser utilizada de manera arbitraria y que tendría un efecto negativo en la economía nacional.
Impacto en el mercado
Montenegro mencionó que en este momento se está exportando carne bovina en pie a Brasil debido a que el precio se ha duplicado. Se preguntó: “¿Qué boliviano o boliviana estaría en contra de que se haga ese control?”
El ministro concluyó diciendo que han propuesto reglamentar la disposición séptima. “Hemos dicho que se reglamente la disposición séptima; sentémonos y reglamentemos viendo todos esos detalles para que funcione ese control”, afirmó Montenegro.