Argentina logró un superávit de 800 millones de dólares en su balanza comercial de energía durante diciembre de 2024. Este resultado elevó el saldo positivo anual a 5,6 mil millones de dólares, gracias al aumento en la producción de gas y petróleo, impulsado por el desarrollo de yacimientos como Vaca Muerta.
Este resultado marca un cambio notable en comparación con años anteriores, cuando el país enfrentaba un déficit energético y debía importar mucho más de lo que exportaba. En 2014 y 2021, Argentina compraba 3 veces más energía de la que vendía al exterior. Sin embargo, en los últimos años, la situación ha cambiado gracias al incremento en la producción energética.
Aumento de la capacidad exportadora
La mayor capacidad exportadora ha permitido reducir las importaciones y posicionar a Argentina como un proveedor neto de energía. En 2024, las exportaciones de gas natural y otros productos energéticos crecieron, lo que fue clave para alcanzar este saldo récord. Desde el Gobierno, se destaca este logro como una muestra del éxito de las políticas implementadas para fortalecer la producción local.
Factores que impulsan el superávit
La transformación en la balanza comercial fue impulsada por diversos factores, entre ellos, la explotación de recursos no convencionales en Vaca Muerta. Gracias a este desarrollo, Argentina ha logrado abastecer su demanda interna y expandir sus exportaciones, con un crecimiento notable en mercados como Brasil y Chile.
Inversiones en infraestructura
El Gobierno fomentó inversiones en infraestructura energética y en la ampliación de la red de gasoductos. Este cambio en la balanza energética tiene un impacto económico y estratégico. La disminución de la dependencia de importaciones fortalece la soberanía energética del país.
Impacto en la economía nacional
El efecto del superávit es significativo para la economía nacional. Los ingresos generados por las exportaciones han contribuido a reducir la presión sobre las reservas del Banco Central y a mejorar el balance de pagos. Con esta tendencia, Argentina logró revertir el déficit energético que afectaba al país hasta hace algunos años.
Además, Argentina se posiciona más firmemente en el mercado energético internacional, consolidando un superávit que promete seguir expandiéndose. La capacidad exportadora también permite generar ingresos considerables que impactan directamente en la economía nacional.