El gobierno de Estados Unidos ha reanudado la construcción del muro fronterizo en Tijuana, México, desde el 20 de enero de 2025. Esta decisión fue tomada por la administración de Donald Trump, después de una pausa de 8 meses que había sido ordenada por el expresidente Joe Biden.
Desde el inicio de esta obra, se han visto trabajadores de la construcción en la zona de la playa, donde la valla metálica se encuentra con el océano Pacífico. Daniel Watman, un activista y director de programas del Parque de la Amistad en Tijuana, comentó: “El día de asunción de Trump, desde las 7:00 de la mañana llegaron los trabajadores y comenzaron a extender el muro. Lo que no sabemos es de dónde sacaron los fondos, porque decían las autoridades que no había fondos para ello”.
Plan de acción y contención
La reconstrucción del muro forma parte del plan de acción y contención de migrantes que el presidente estadounidense ha reforzado. Su objetivo es evitar el ingreso de indocumentados a su país. Watman considera que Trump “utiliza una retórica para que la gente se enoje y sienta que necesitan poner más muros y militarizar más, pero la verdad es que es parte de una industria que genera mucho dinero para mucha gente y no protege a nadie”.
El Parque de la Amistad
Watman ha sido un defensor del Parque de la Amistad, un espacio creado en 1971 por Pat Nixon en el límite fronterizo de Tijuana. Este parque ha sido un símbolo de unidad entre Estados Unidos y México, y ha servido como un lugar para reunificaciones familiares. Sin embargo, desde la pandemia de 2020, el lado estadounidense de este parque se ha mantenido cerrado y sin acceso al público.
Incertidumbre sobre el futuro
El activista expresó sus dudas sobre el futuro del parque con la llegada de Trump. “Tenemos todavía un escrito de la administración pasada de Joe Biden, en el que se nos menciona que cuando sean terminados los dos muros, abrirían una puerta del segundo muro para dejar pasar a las personas de una forma muy restringida”, dijo.
Watman también manifestó su incertidumbre sobre si se cumplirá ese acuerdo, especialmente tras las declaraciones recientes de Trump sobre quienes viven del lado estadounidense, a quienes se refirió como “malos”. La duda persiste respecto a si se permitirá abrir esa puerta y facilitar encuentros familiares.
