Un cable submarino de fibra óptica que conecta Ventspils, Letonia, con Gotland, Suecia, sufrió daños el domingo por la mañana. Este incidente llevó a la marina letona a movilizar una patrulla para investigar un buque sospechoso. Además, se convocó una reunión extraordinaria del gobierno. Las autoridades de Letonia y Suecia, en coordinación con la OTAN, han comenzado una investigación sobre lo sucedido.
La primera ministra de Letonia, Evika Silina, comentó: “Estamos trabajando junto con nuestros aliados suecos y la OTAN sobre el incidente, incluyendo el patrullaje de la zona, así como la inspección de los buques que se encontraban allí”. También adelantó que “las autoridades han acelerado el intercambio de información” e iniciaron una investigación penal al respecto.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, confirmó que “al menos un cable de datos, propiedad de una entidad letona, resultó dañado”. Además, aseguró que su país ya está cooperando activamente en esta cuestión. Kristersson añadió: “Suecia contribuirá con sus capacidades pertinentes a los esfuerzos para investigar el presunto incidente”.
Solidaridad de la Comisión Europea
La presidente de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, expresó su “completa solidaridad con los países de la UE del Mar Báltico tras los daños en el cable submarino de datos entre Suecia y Letonia”. Subrayó que “la resistencia y la seguridad de nuestra infraestructura crítica son una prioridad máxima”. También reafirmó su compromiso para “mejorar la detección, la prevención y la reparación” de este tipo de episodios.
Creciente vigilancia en el mar Báltico
Este incidente se produce en un contexto de creciente vigilancia en el mar Báltico. En los últimos años, se han registrado daños a varios cables submarinos y gasoductos. La OTAN reforzó su presencia en diciembre de 2024 tras incidentes similares. Investigaciones anteriores apuntaron al petrolero Eagle S como posible responsable del daño a cables eléctricos entre Estonia y Finlandia.
Incidentes tras la invasión rusa
Desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, se han registrado múltiples incidentes que han afectado infraestructuras energéticas y comunicacionales en el Báltico. Expertos occidentales consideran estas acciones parte de una “guerra híbrida”, buscando socavar la estabilidad europea mediante actos de sabotaje.
En noviembre de 2024, se cortaron dos cables en aguas territoriales suecas. Las autoridades investigaron al carguero Yi Peng 3 por su posible implicación. Este tipo de ataques incrementa las tensiones geopolíticas y resalta vulnerabilidades en las infraestructuras críticas.
Apoyo de la UE y la OTAN
La Unión Europea y la OTAN han manifestado su apoyo a los países afectados. En Estonia, se anunció el despliegue de patrullas navales para proteger el cable eléctrico submarino EstLink 1. Se aseguró que están preparados para responder ante cualquier amenaza.
Las investigaciones sobre incidentes recientes continúan mientras las autoridades regionales trabajan para garantizar la seguridad en un clima geopolítico incierto.
