Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, ha expresado su preocupación sobre la discrepancia que existe entre la inflación oficial y la inflación real en Bolivia. Según Romero, la inflación real podría alcanzar hasta un 30%, en lugar del 10% que reporta el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Durante una entrevista en el programa Qué semana, que se emite por EL DEBER Radio, Romero destacó que la inflación de alimentos en 2024 ha alcanzado niveles históricos. Además, advirtió sobre los riesgos de una estanflación en 2025, un fenómeno que combina estancamiento económico con alta inflación.
Romero detalló que algunos productos básicos han experimentado incrementos de hasta un 300% en el último año. En particular, mencionó que las divisiones de alimentos y bebidas no alcohólicas han presentado una inflación del 15,4%. Por otro lado, los bienes y servicios diversos alcanzaron un 18%, mientras que los muebles, bienes y servicios domésticos tuvieron un aumento del 13%.
Cuestionamientos a la metodología del INE
El economista cuestionó la metodología que utiliza el INE para medir la inflación. Según Romero, de cada 100 bienes y servicios que se evalúan, solo 6 representan productos de la canasta básica. Esto, según él, distorsiona la percepción real de los aumentos de precios en el mercado.
Romero propuso implementar una medición específica para la inflación de la canasta básica familiar, ya que considera que el margen entre las estadísticas oficiales y los precios reales en los mercados es “abismal”.
Causas del aumento de precios
Sobre las causas del incremento en los precios, Romero identificó la crisis fiscal como el principal motor. Esta crisis se ha visto agravada por 12 años consecutivos de déficit público. Además, mencionó que la falta de dólares, la inflación importada y el contrabando han jugado un papel clave en esta situación.
El economista criticó las declaraciones del gobierno que atribuyen la inflación a una “guerra especulativa”. Según Romero, la especulación siempre ha existido, pero el problema de fondo radica en las políticas gubernamentales.
Impacto del tipo de cambio
Romero también hizo notar que el tipo de cambio en el mercado negro supera los 11 bolivianos por dólar. Esta situación afecta directamente la producción y comercialización de bienes en el país. Además, expresó su preocupación por el presupuesto estatal para 2025, que incluye un incremento del 12% financiado con nueva deuda pública.
“Estamos gastando más, pero creciendo menos. Esto nos pone en riesgo de entrar en una estanflación”, advirtió Romero, refiriéndose a la combinación de estancamiento económico y alta inflación.
Confianza y oportunidades en Bolivia
El especialista también mencionó que la falta de confianza en el gobierno complica la atracción de inversiones extranjeras. A pesar de este panorama complicado, enfatizó que surgen oportunidades en el país.
“Bolivia tiene un enorme potencial en turismo y recursos naturales como el litio”, afirmó. Sin embargo, consideró que es necesario un cambio estructural en el modelo económico hacia una economía más abierta al mercado, enfocada en el valor agregado y en la educación, ciencia y tecnología.