Los agricultores de los países en desarrollo son los que más se ven afectados económicamente por las políticas implementadas para combatir el cambio climático. Esta afirmación se basa en un estudio publicado el 3 de enero de 2025 en la revista Nature Food, que analizó los precios de 11 grupos de alimentos en 136 países.
Las conclusiones del estudio indican que tanto los sistemas alimentarios de países desarrollados como los de países en desarrollo enfrentan un mismo problema: los agricultores reciben cada vez menos de lo que los consumidores gastan en alimentos. Esto se debe a que la mayor parte de las ganancias se dirige hacia el valor añadido, que incluye la transformación de los alimentos, su transporte y comercialización.
Benjamin Bodirsky, uno de los autores del estudio y científico del Instituto Potsdam de Investigación sobre el Cambio Climático (PIK), explicó que en los países ricos, los consumidores compran cada vez más productos procesados, como pan, queso o dulces. En estos casos, los ingredientes crudos representan solo una pequeña parte del costo total, mientras que la mayor parte del precio se destina a la transformación, la venta al por menor, la comercialización y el transporte.
Desigualdad en el impacto de precios
Los investigadores encontraron que, aunque los componentes de valor añadido ayudan a mitigar las variaciones de precios al consumo en los países más ricos, los países de renta baja enfrentan mayores dificultades. Esto se debe a que los costos agrícolas son más altos que los de la cadena alimentaria, lo que complica la gestión de las subidas de precios de los alimentos provocadas por las políticas climáticas.
Bodirsky añadió que los consumidores en los países ricos están en gran medida protegidos de las fluctuaciones de precios agrícolas que pueden ser causadas por políticas climáticas, como impuestos sobre la contaminación o restricciones para ampliar la tierra cultivable.
Proyecciones para el futuro
Los autores del estudio calcularon que para el año 2050, las medidas destinadas a combatir el cambio climático incrementarán el precio de los alimentos en un 1.25 veces para los consumidores de países desarrollados. En contraste, el costo para los agricultores se elevaría en 2.73 veces.
En los países de renta baja, se estima que los precios de consumo de los alimentos se multiplicarían por 2.45 si se implementan políticas climáticas ambiciosas para 2050. A su vez, los precios de producción se multiplicarían por 3.3, lo que significaría que tanto los habitantes como los agricultores de estos países enfrentarían crecientes dificultades para alimentarse y producir, respectivamente.
Cadena de suministro y precios
David Meng-Chuen Chen, otro de los autores y científico del PIK, afirmó que el análisis muestra que las largas cadenas de suministro en los sistemas alimentarios modernos ayudan a suavizar las drásticas subidas de precios al consumo, especialmente en los países más ricos.
A pesar de estos hallazgos, los autores subrayaron que las políticas para combatir el cambio climático son cruciales para proteger la agricultura y los sistemas alimentarios a largo plazo. Si no se toman medidas ambiciosas para reducir las emisiones, las malas cosechas y las interrupciones en la cadena de suministro podrían provocar un aumento aún mayor en los precios de los alimentos.
Necesidad de apoyo a productores
En este contexto, los investigadores abogaron por que las políticas de lucha contra el cambio climático incluyan mecanismos de apoyo tanto para productores como para consumidores. Esto es fundamental en el proceso de transición hacia un modelo de producción y consumo de alimentos que sea más respetuoso con el medio ambiente.