Durante una vigilancia y control de las plantas salineras en la ciudad, se detectó el incumplimiento de normativas relacionadas con la falta de documentos y la ausencia de yodación en la sal. Como resultado de estas infracciones, se clausuraron dos salineras.
Operativo sorpresa en salineras
El día de ayer, el Servicio Departamental de Salud (Sedes) Oruro, a través de la Unidad de Salud Ambiental Ocupacional e Inocuidad Alimentaria, en colaboración con el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), llevó a cabo un operativo sorpresa en varias empresas salineras de la ciudad. El objetivo principal fue verificar que estas cumplan con la yodación en la sal.
Vladimir Condori, responsable de la Unidad de Salud Ambiental, Ocupacional e Inocuidad Alimentaria del Sedes, expresó que la situación de la fortificación de la sal en el país y en el departamento es muy preocupante, especialmente por la falta de yodación dentro de los parámetros normales establecidos para la fortificación de la sal.
Reuniones interinstitucionales
En este contexto, durante los últimos dos a tres meses se han realizado reuniones interinstitucionales con el propósito de llevar a cabo un control efectivo en las plantas salineras. El objetivo de estas reuniones es asegurar que las empresas cuenten con la documentación legal necesaria y que cumplan con la yodación de la sal.
Detalles del operativo
El operativo comenzó poco después de las 17:00 horas, cuando el personal del Sedes y Senasag se dirigió primero a la Urbanización Huajara 3, en la zona Noreste de la ciudad. Allí se logró intervenir dos plantas salineras. Una de ellas fue sancionada por no cumplir con la yodación de la sal, lo cual fue verificado mediante la toma de muestras.
Al caer la noche, el operativo continuó en una planta salinera ubicada en la carretera Oruro-Cochabamba. En este lugar también se identificó una empresa que no cumplía con la yodación de la sal, por lo que fue clausurada de la misma manera.
Reacciones de los propietarios
En este caso, la propietaria de la empresa expresó su desacuerdo, señalando que los controles deben aplicarse a todas las plantas salineras, especialmente a aquellas que operan de manera clandestina.
“Esperemos que con estas actividades que realizamos esto mejore, principalmente la fortificación de la sal que es de consumo. Se verificó que los administradores se resisten al control de la fortificación; entonces, también viendo estas dificultades hemos ido coordinando con el Ministerio Público para que nos acompañen”, manifestó Condori.
Costos de la yodación
Por otro lado, los propietarios argumentan que la falta de yodación de la sal se debe a su alto costo. En respuesta, la Unidad de Salud Ambiental, Ocupacional e Inocuidad Alimentaria ha manifestado su disposición para coordinar con el Ministerio de Salud y así ayudar con el costo del yodo.