El 58% del territorio de Brasil está experimentando los efectos de lo que se considera la mayor sequía en los últimos 50 años. Casi un tercio de esta área, es decir, un 20% del total del país, se encuentra en una situación de sequía extrema. Esta información fue proporcionada por la ministra de Medioambiente, Marina Silva, en una declaración realizada este lunes.
La ministra también mencionó que la sequía extrema ha reducido la profundidad de algunos ríos en la Amazonía a aproximadamente 70 centímetros, cuando normalmente tienen un fondo de hasta 14 metros. Esta situación no solo ha dejado varias áreas incomunicadas, sino que también está agravando la crisis climática en diferentes regiones de Brasil.
Incendios forestales en aumento
Según Silva, las condiciones actuales están favoreciendo la proliferación de incendios forestales en gran parte del país. En agosto y septiembre, se registraron cifras sin precedentes, alcanzando un total de 931 incendios, principalmente en la Amazonía.
La ministra citó datos sobre la gravedad de la crisis climática para resaltar la importancia de preservar la naturaleza. Afirmó que la naturaleza es la fuente económica más relevante tanto para Brasil como para toda Suramérica.
Dependencia de la naturaleza
«Es urgente que pensemos y actuemos, ya que dependemos de la naturaleza», declaró Silva. Según información del Foro Económico Mundial, el 50% del PIB mundial depende de la naturaleza en un grado alto o moderado. En Suramérica, este porcentaje supera el 50%, y el 75% de la producción de la región depende de las lluvias en la Amazonía.
La ministra enfatizó que es crucial que la sociedad comprenda que la ecología y la economía son parte de la misma ecuación. Esto se debe a que el mundo utiliza la naturaleza para la producción de bienes materiales.
Protección de ecosistemas
Durante un encuentro sobre finanzas sustentables, que precede a la reunión de ministros de Medioambiente del G20 programada para el jueves y viernes de esta semana en Río de Janeiro, la reconocida líder ecologista subrayó la necesidad de adoptar un «sistema prudencial» para proteger los ecosistemas. Esto es vital para evitar llegar a puntos de no retorno en la crisis climática.
Fuente: EFE