Organizaciones sociales se manifestaron este martes frente al Ministerio de Capital Humano para exigir a su titular, Sandra Pettovello, la entrega de alimentos destinados a comedores sociales. Esta demanda surge ante el aumento de la necesidad en los barrios más pobres de Argentina, resultado de la actual crisis socioeconómica.
Alrededor de 300 integrantes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) se congregaron en las inmediaciones del Ministerio, cuya misión incluye el impulso de políticas públicas de protección social. Los manifestantes exigieron un aumento en las remesas de comida para poder atender el creciente número de personas que diariamente acuden a los comedores.
La situación de los jubilados
“Los vecinos que van a pedir comida están compuestos en un 80% por jubilados, que cobran una mínima de 220.000 pesos (224 dólares al cambio oficial); desde las 5:00 horas hacen fila para pedir comida porque no les alcanza para vivir”, comentó a EFE la secretaria general adjunta de la UTEP, Norma Morales.
Con una inflación interanual del 236,7%, Argentina tiene al 65% de sus 6,5 millones de jubilados recibiendo pensiones mínimas. En agosto pasado, estas pensiones rozaban los 235 dólares y alcanzan los 308 dólares si se consideran los refuerzos de emergencia. Sin embargo, la canasta básica familiar de indigencia en Buenos Aires asciende a aproximadamente 546 dólares.
Impacto en los comedores
“En todo el país tenemos miles de comedores, donde a raíz de la decisión política de la ministra Sandra Pettovello de no entregar esos alimentos, casi el 50% de los comedores y merenderos tuvieron que cerrar”, indicó Morales.
La UTEP es una organización gremial que representa a la población pobre del país que está económicamente activa pero excluida del mercado laboral. Sus integrantes son en su mayoría trabajadores independientes. Muchas de estas personas son cocineras en comedores comunitarios y reciben salarios inferiores a 100 dólares. Hoy, salieron a protestar con sus ollas y cucharones por la falta de alimentos y también en contra de la eliminación del monotributo social.
Consecuencias de la eliminación del monotributo
El monotributo social era un régimen impositivo subsidiado que les permitía acceder a servicios de salud y realizar aportes jubilatorios. “El Gobierno lo derogó y es un retroceso para nuestro sector. Nos quitan la posibilidad de acceder a la salud y aportar a nuestras jubilaciones. Nuestras compañeras cobran 78.000 pesos (79 dólares) mensuales”, explicó la activista.
Morales también señaló que durante la administración del peronista Alberto Fernández, los comedores podían ofrecer alimentos de lunes a viernes. Sin embargo, bajo el Gobierno del libertario Javier Milei, solo pueden hacerlo dos veces por semana.
Fuente: EFE