La diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS), Gladys Quispe, ha declarado que el exdiputado opositor Amílcar Barra se ha convertido en un nuevo aliado del presidente Luis Arce. Esto se debe a que ha coordinado con el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, para emitir un mandamiento de aprehensión contra el exmandatario Evo Morales. En este contexto, se vive un clima de tensiones políticas en Bolivia.
Quispe criticó la falta de presencia del gabinete gubernamental durante el discurso de Arce, que tuvo lugar el 15 de septiembre. Según la diputada, «Arce perdió el horizonte» porque no estuvo acompañado por el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, ni por sus “dirigentes prebendales”. Quispe enfatizó que «Luis Arce es el único responsable de la situación y problemas del país».
Marchas y bloqueos
La diputada también confirmó la marcha programada para el martes 17 de septiembre. Afirmó que «el pueblo boliviano se cansó de las mentiras de Arce» y que el presidente solo busca victimizarse al culpar a Morales. Quispe subrayó que los bloqueos y marchas que se están llevando a cabo en el país no son acciones del instrumento político, sino reivindicaciones justas que exigen un derecho legítimo.
Tensiones políticas crecientes
En este escenario, las tensiones entre diferentes sectores políticos en Bolivia han aumentado notablemente. Las declaraciones de Quispe reflejan un creciente descontento dentro del MAS hacia la gestión del presidente Arce. Esta situación política podría tener repercusiones significativas en la estabilidad social y económica del país.
Defensa de Evo Morales
Finalmente, la diputada Quispe también defendió a Evo Morales, afirmando que él no dividió a las organizaciones sociales ni reprimió a los ponchos rojos. Estas declaraciones evidencian la polarización y el conflicto interno que enfrenta el MAS en la actualidad.